En la homilía de este domingo, 21 de noviembre, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, monseñor Silvio Báez, basó su sermón en el evangelio de San Juan, enfatizando que Cristo es el único Rey del universo, aunque muchos «reyes» quieren imponerse por la fuerza en el poder.
«Quienes se imponen por la fuerza, están ya derrotados, quienes se creen fuertes porque son agresivos y humillan a los demás, lo único que hacen es mostrar su debilidad. Los poderosos que arrebatan la libertad a los pueblos y los dominan porque tienen las armas, ejercen un poder ilegítimo que tarde o temprano terminará».
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Además afirmó que el reino de Jesús no es violento, ni se impone con la violencia ni por la fuerza. «Nada violento es eterno. Por eso, el reino de Jesús es eterno».
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, narró una de las escenas de la pasión de Cristo, cuando fue interrogado por Pilato, quien lo cuestionó si era el Rey de los Judíos.
«El poder de Jesús fue vivir siempre privado de poder. Jesús no vino para dominar e imponerse, sino para servir y dar la vida por todos. Su poder fue lavar los pies a los demás como un siervo. Su trono es la cruz, en donde dio la vida por amor y murió con sus brazos abiertos, como en un eterno abrazo que desea acoger a toda la humanidad».
Báez enfatizó que en el reino de Jesús lo más importante es servir por encima del poder político y del poder económico, ya que «hay otro poder mucho mayor, que Jesús anunció e hizo presente en el mundo: el poder del amor y de la verdad, del servicio y del perdón».
«Por eso, pertenecen al reino de Jesús quienes son pobres de corazón, quienes poseen un corazón limpio, las personas libres, quienes son buenos y misericordiosos, quienes trabajan por la paz y la justicia», agregó.
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En alusión a los conflictos sociales y políticos que vive Nicaragua a manos del régimen Ortega y Murillo, el jerarca católico refirió que «Jesús que nos despoja de las máscaras que nos ponemos para aparentar lo que no somos; la verdad que nos libera de las ambiciones enfermizas que nos hacen infelices».
«Quien prefiere el poder al servicio, no puede escuchar la verdad»
Otro de los señalamientos que hizo monseñor, haciendo referencia al servicio de Jesucristo, es que quien prefiere el poder por encima de la compasión, no puede escuchar la verdad ni comprenderla.
«Quien es insensible al dolor ajeno no conocerá nunca la verdad. Quien ha hecho de la corrupción un estilo de vida y se ampara en ella está condenado a no conocer nunca la verdad», recalcó el religioso.
«La verdad estaba allí delante de Pilato. La verdad es ese hombre inocente —Jesucristo—, oprimido, flagelado y más tarde crucificado. Él encarna la voz de la verdad. Él es el Rey, el Mesías que juzga y salva, el hombre en quien Dios llegó hasta nosotros, no para dominarnos sino para liberarnos», remarcó.
El obispo, quien desde el 2018 vive un exilio forzado, concluyó su homilía, afirmando que Jesús puede dar siempre sentido a la vida. «La única condición es que acojamos la verdad que él ha anunciado y no sigamos la lógica de los dominadores del mundo que se imponen por la fuerza, se sirven de las personas y son insensibles al dolor y a las lágrimas de los demás».