La opositora e integrante de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia Nidia Barbosa, originaria del municipio de Nindirí, fue presentada el viernes, 19 de noviembre, en audiencia de juicio en los juzgados de Masaya, acusada por supuesta conspiración a la patria y delito cibernético , denuncian sus familiares.
Un pariente de la opositora dijo en condición de anonimato a Artículo 66 que desconocían sobre la audiencia en contra de Barbosa, pero fue esta mañana, cuando le llevaron comida, que oficiales de la Policía informaron que había sido llevada en juicio.
Barbosa, de 66 años, fue detenida la noche del seis de noviembre, durante un «operativo» organizado por la Policía de Masaya. Los agentes del régimen orteguista allanador su casa sin encontrar pruebas que la incriminaran. Actualmente se encuentra recluida en las celdas de la delegación policial del municipio de Nindiri.
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«Las pruebas en su contra: bandera de Nicaragua y de la iglesia católica. Además de testigos puestos por régimen», denunció una fuente a Artículo 66, sin precisar detalles de la acusación por parte de la Fiscalía orteguista.
En cuanto a la salud de la opositora, se ha conocido que presenta problemas en sus huesos «que trata con medicamentos para que no se le deformen». Además refieren que sus familiares no habían denunciado por miedo y «por la esperanza que la sacaran pronto, pero no fue así».
Por su parte, el Movimiento Universitario 19 de abril (MU19A) condenó estas acciones represivas por parte de la dictadura orteguista y afirmó que «doña Nidia Barbosa es una mujer líder en el municipio de Nindirí, detenida ilegalmente hace 14 días en la delegación de Masaya. ¡Exigimos su liberación!».
Presa política número cuatro de Masaya
Con la detención de Nidia Barbosa, la dictadura orteguista ha encarcelado a un total de cuatro mujeres, originarias de Masaya, ciudad considerada bastión de la lucha cívica en 2018.
La primera en ser recapturada y condenada por posesión de drogas, fue la exrea política Karla Escobar, originaria del barrio Fox de la ciudad de las flores. Actualmente está cautiva en el Sistema Penitenciario de mujeres, conocido como «La Esperanza».
La segunda presa política de la dictadura es Julia Cristina Hernández, de 32 años, originaria de la comarca El Jocote, en Masaya. La jueza orteguista Irma Oralia Laguna Cruz la condenó a 18 años de cárcel, más el pago de 50 mil córdobas de multa por los supuestos delitos de tráfico de drogas y posesión ilegal de armas y municiones.
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La tercera y reciente rehén del régimen orteguista, es la joven opositora y estudiante universitaria Samantha Jirón, originaria de Masaya. La Fiscalía la acusa de «menoscabo y conspiración a la patria».
Tras conocer de la situación de Nidia Barbosa, Yunova Acosta, integrante de la Alianza Cívica, dijo a Articulo 66 que iniciarán a denunciar nacional e internacionalmente la nueva arremetida del régimen de Nicaragua contra una de sus miembros.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desató, en mayo de 2021, una feroz persecución contra opositores. En su embestida encarceló a líderes opositores, siete precandidatos presidenciales, periodistas, empresarios, campesinos, lideres universitarios y defensores de derechos humanos.
En las noches previas al siete de noviembre, fecha en que realizó unas elecciones sin competencia, Ortega emprendió una segunda oleada de capturas pero ahí se abalanzó contra líderes comunitarios y dirigentes políticos municipales, en lo que pareciera ser otro intento de sembrar el miedo y diezmar la resistencia en las bases.