Rosario Murillo aprovechó su intervención del mediodía de este nueve de noviembre para seguir la tónica de ataques contra la comunidad internacional después de que más de 30 países calificaran las votaciones del siete de noviembre de «fraudulento, ilegítimo y farsa».
Con las votaciones del domingo, la vocera del régimen de Nicaragua seguirá como vicepresidenta junto a su marido Daniel Ortega. Los gobiernos dijeron que «desconocen» al matrimonio presidencial como los ganadores, ya que el proceso fue viciado y para ir a un proceso sin competencia recurrieron a encarcelar al menos a siete precandidatos opositores.
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En un afán de mostrar seguridad sobre el supuesto triunfo, la esposa de Ortega dijo que «el pueblo (nicaragüense) ha ratificado que es con Daniel (Ortega) y con el Frente (Sandinista de Liberación Nacional) que somos todos presidentes y que vamos adelante consolidando la paz».
Murillo seguidamente despotricó contra la oposición nicaragüense y gobiernos que han desconocido las votaciones, entre ellos; Estados Unidos, Uruguay, Suiza, Noruega, España, Chile, Costa Rica, Panamá y la Unión Europea.
«Los que son enemigos de los pueblos libres se unen en jaurías queriendo desconocer una gran victoria, pero con la Revolución sandinista no han podido ni podrán; nosotros venceremos», afirmó la vicemandataria.
Vacunación llega a un 53 %
Por otro lado, Murillo afirmó que el 53 % de los nicaragüenses, de dos años a más, han sido vacunados contra el COVID-19. «Continúa desarrollándose la vacunación voluntaria en todo el país. Más de 1,500 puestos de vacunación en todos los municipios», refirió, al tiempo que agradeció la llegada de un millón de vacunas Soberna 2 y Abdala, procedentes de Cuba, inoculantes que se les está aplicando a niños y a adolescentes entre dos a 17 años aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no las aprueba.
También agradeció a la OMS y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ya que a través del Mecanismo Covax Nicaragua recibió 326 mil 400 dosis de vacunas AstraZeneca, donadas por el Gobierno de Canadá.
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Como es costumbre, la portavoz de la dictadura orteguista se ufanó y dijo que todas las vacunas que han llegado al país ha sido por la gestión «de su buen Gobierno».
«Así es como vamos adelante, unidos para prosperar, unidos en victoria. Todos queremos trabajo y paz, todos queremos prosperar y progresar; todos merecemos vivir bien para trabajar y dejar atrás la miseria que nos impusieron», se ensalzó Murillo.