Los periodistas Mileydi Trujillo y Elvin Martínez fueron detenidos la mañana de este domingo, siete de noviembre, por agentes de la Policía del régimen cuando los reporteros daban cobertura a las cuestionadas elecciones de Daniel Ortega.
Los reporteros de la página del medio de comunicación «Masaya al día», se movilizaban a bordo de un taxi cerca de la rotonda de San Jerónimo, en la entrada de la ciudad, como parte de su labor periodística durante las votaciones. Allí fueron embestidos por agentes policiales, quienes los trasladaron a la estación policial de Masaya en el mismo vehículo.
Los periodistas pasaron tres horas retenidos, sometidos bajo largos interrogatorios sobre su labor, al tiempo que los oficiales de la dictadura los acusaba de incitar a la ciudadanía al «no voto».
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Los agentes policiales les quitaron y se quedaron con su equipo de trabajo e intentaron intimidarlos diciéndoles que tenían videos en los cuales los reporteros supuestamente, invitaban a la población a no votar, lo que fue negado por Martínez, esposo de Mileydi. Como una forma de humillación, a Martínez lo obligaron a ponerse un «traje azul», semejante al que le ponen a los presos políticos, y le tomaron fotos al igual que a su esposa.
Martínez asegura que teme por su integridad y la de su esposa, pero «lo que exigimos es que se respete el derecho a nuestro trabajo y nuestra profesión que es informar a la ciudadanía, la realidad que acontece en el país. Nosotros estamos haciendo nuestra labor, obviamente siempre hay represalias de parte de las autoridades, los policías y hasta simpatizantes sandinistas, pero este es nuestro trabajo y nosotros vamos a continuar informando», dijo el periodista en entrevista a Artículo 66.
Mileydi Trujillo aseguró que «nos tomaron fotos a todos y nos llamaron a uno por uno a declarar, querían que dijéramos lo que ellos querían y nos hicieron preguntas sobre la administración interna del medio (Masaya al día). Nos llenaron documentos con nuestros datos personales y nos tomaron fotos como si estuviéramos detenidos, fue el momento más indignante que yo pude haber sentido», expresó la comunicadora.
«Sentí molestia y sentí miedo porque creí que nos iban a dejar detenidos. Esta es la segunda vez que nos detienen» afirmó Trujillo. La periodista denunció la retención de sus equipos para revisar todo el contenido que estaba siendo registrado por la pareja.
Trujillo también afirma que continuará ejerciendo su trabajo porque no es ningún delito informar a la población, «libertad para hacer periodismo no hay en Nicaragua, es un delito según lo que nos pasó hoy. Cuando estaba con las manos llenas de alquitrán tomando las huellas pensé que nos íbamos a quedar como uno más de los presos políticos».