Según el analista político y exdiputado liberal, Eliseo Núñez, el dictador Daniel Ortega creó su propio mundo «sin interrupciones, sin sombras, sin nada a lo interno del país», pero a costa del aislamiento total. «El costo de aislarse aún no lo comienza a pagar porque tuvo la suerte que pudo endeudar al país bastante el año pasado (2020), lo que le da un margen de 18 a 24 meses para soportar el aislamiento», aseguró en entrevista a Artículo 66.
Núñez explicó que, en ese tiempo, el régimen espera encontrar una manera para «negociar» legitimidad y buscar los métodos para recibir más recursos de cualquier otro medio. «Está apostando al aislamiento total, sin importarle lo que está sucediendo afuera, porque tiene 900 millones (de dólares) en la bolsa que implican esos meses de recursos que él tanto necesita y los ha venido acumulando para resistir», dijo.
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El analista aseguró que lo mejor que Ortega podría recibir de Estados Unidos y Europa en esos tres años es que lo «ignoren» y lo peor sería que la presión internacional crezca en su contra. «Cualquiera de las dos opciones, para un país pequeño como Nicaragua, son graves», auguró. «El plan de Ortega no supera los tres años, sino encuentra nada en tres años, él va a tener que ceder», sentenció.
El exdiputado afirmó que Daniel Ortega necesita esos tres años en los que se prepara para consolidar la sucesión familiar que, por el momento se refleja en Rosario Murillo, pero no necesariamente solo es su esposa. «Ortega está queriendo instituir una sucesión dinástica que esté incluida Rosario (Murillo) y sus hijos también».
La empresa privada y el diálogo
Núñez dijo que el empresario privado en los siguientes meses va a estar en el dilema entre aislarse junto con Ortega, es decir, asumir las consecuencias de darle su aporte a un régimen o apostar por una posición más neutra, no en contra de Ortega, sino a la espera que las cosas cambien. «La correlación de fuerza no va a cambiar y él lo que se preparó es con dinero por tres años máximo», aclaró.
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Ortega no tiene un plan de largo plazo, según el analista, y necesita que pase algo a su favor en los siguientes meses y el acuerdo con la empresa privada es parte de lo que él quiere usar para, los meses siguientes después del acuerdo, tratar que lo reconozcan y le den legitimidad argumentando que él tiene estabilidad económica en el país.
«Yo no miro que tenga ningún nivel de legitimidad desde el momento que tienen que echar preso a Mike (Michael) Healy y Álvaro Vargas para conseguirse un negociador más adaptable a lo que Ortega quiere, desde ese momento ese diálogo nació muerto», señaló.
Las declaraciones de Núñez se enmarcan en la aprobación de la Ley Renacer en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. La normativa, una vez sea firmada por el presidente Joe Biden, traerá más sanciones económicas y pone en peligro los acuerdos comerciales con el país norteamericano.