La Asociación de Madres de Abril (AMA) y Articulación Feminista fueron galardonadas este martes, 26 de octubre, con el Premio Ignacio Ellacuría de Cooperación para el Desarrollo 2021; por su lucha por los derechos de las mujeres y a favor de la búsqueda de la paz en Nicaragua.
El trabajo de ambos organismos está «dirigido a la lucha de los derechos y la justicia de las mujeres y el pueblo nicaragüense, contribuyendo con ello a la sensibilización de la sociedad vasca e internacional», reconoció el jurado de eLankidetza-Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo.
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Sofía Marroquín, integrante del jurado y presidenta de la ONG Euskadi, resaltó durante el evento de premiación que «Nicaragua sufre hoy unas de las dictaduras más silenciadas e invisibilizadas del mundo».
«El movimiento de mujeres nicaragüense ha denunciado con contundencia los abusos de poder y la vulneración de los derechos humanos, que ha caracterizado al gobierno de Daniel Ortega. La penalización total del aborto, los actos públicos bendiciendo los embarazos adolescentes, el desmantelamiento de las leyes contra la violencia de género (…) son algunos de los aspectos que han evidenciado una política misógina y autoritaria, contraria a los derechos de las mujeres» agregó.
Además, en su discurso, Marroquín expresó que en abril 2018, «el levantamiento del pueblo nicaragüense contra el régimen fue duramente reprimido, cientos de jóvenes fueron asesinados (…) a partir de estas fechas las defensoras feministas y las defensoras de derechos humanos han sido fuertemente represaliadas».
La presidente de AMA, Francis Valdivia, al recibir el premio Ignacio Ellacuría aseguró que los pilares de su organización son «la lucha por la verdad, la justicia y la construcción de la memoria; y son precisamente por esas razones que el régimen en Nicaragua nos acosa, nos persigue con el fin de evitar que los asesinatos y sus familiares tengan voz, con el fin de que olvidemos lo sucedido».
Subrayó que «necesitamos construir un país mejor donde se reconozcan los hechos, se esclarezca la verdad, se determinen las responsabilidades correspondientes y que nunca más se repitan esos atroces crímenes contra la humanidad».
La líder opositora afirmó que el dictador Daniel Ortega y su círculo de súbditos le temen a la verdad y a la memoria; y señaló que «por eso nos persiguen y ni siquiera nos permiten, honrar en paz en los cementerios a nuestros familiares y en los oficios religiosos en iglesias o templos. No es una ficción, la Policía de Nicaragua está permanentemente acosándonos en esas actividades. las camisetas y mantas con imagen de nuestros familiares asesinados son consideradas subversivas y por lo tanto son prohibidas y confiscadas o destruidas».
Valdivia manifestó que este reconocimiento por parte de eLankidetza-Agencia Vasca permite visibilizar la serie crisis de derechos humanos que se vive en Nicaragua. «Es cierto escribimos entre el miedo y el coraje, pero es mayor aún nuestro compromiso por la verdad, la justicia y la libertad» reiteró.
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Por su parte, María Eugenia Gómez, en representación de la Articulación Feminista de Nicaragua, en su discurso recordó que los crímenes perpetrados por Ortega-Murillo «permanecen en total impunidad hasta hoy».
«La represión ha tenido un especial impacto con las organizaciones feministas y las defensoras de derechos humanos, hemos recibido permanente asedio, amenaza, campaña difamación, encarcelamiento, abuso sexual, cancelación de la legalidad de las organizaciones y todo tipo de trabas para el acceso a recursos de la cooperación, no han logrando el objetivo de silenciar nuestras voces», aseveró la activista feminista.
Gómez señaló que desde su organización «seguimos resistiendo» junto al resto de organismos, asociaciones, movimientos o fuerzas que se enfrentan a la dictadura.
«Apostamos por una salida pacífica a la crisis, a través de un proceso electoral con garantías democráticas; sin embargo esa oportunidad se nos ha negado y asistimos a una farsa electoral en la que el régimen de Daniel Ortega tiene el control total del Consejo Supremo Electoral y ha eliminado toda competencia, a impuesto la censura y la criminalización de toda forma de protesta ciudadana» agregó.
Durante su discurso, por el premio Ignacio Ellacuría, María Eugenia Gómez dedicó el reconocimiento a las mujeres presas políticas que el dictador de Ortega las mantienen privadas de libertad. «Queremos hacer presente en este acto a las mujeres presas políticas porque este premio también es para ellas. Para Tamara Dávila, Esperanza Sánchez, Ana Margarita Vijil, Carla Escobar, Dora María Téllez, Suyen Barahona, Violeta Granera, Julia Hernández, Cristina Chamorro, María Fernanda Flores y María Oviedo. Libertad para todas y todos los presos políticos, florecerá Nicaragua libre y feminista», manifestó la activista feminista.
El lehendakari (alcalde) Íñigo Urkullu expresó que Nicaragua «padece una situación de violación a los derechos humanos», y que las organizaciones opositoras y población nicaragüense «sufre una dura represión».
Aseguró que «las personas que se comprometieron voluntariamente con Nicaragua durante los años 80, la han seguido teniendo en su corazón. Por eso es mayor el dolor, al conocer el duro escenario que vive hoy el pueblo nicaragüense, por eso es más profundo el valor de este premio Ellacurí».
Las organizaciones nicaragüenses, AMA y la Articulación Feminista, han luchado incansablemente por defender los derechos humanos de las y los nicaragüenses. Ambos organismos han sido perseguidos y atacados por el círculo represor del régimen de Ortega-Murillo.