El mandatario Daniel Ortega ordenó no aplicar el alza en los precios de los combustibles, tras semanas de quejas por parte de los consumidores y, a pesar que los precios de las gasolinas, diésel y kerosene «no son regulados por el Estado».
Este domingo, 24 de octubre, se esperaba un incremento en los precios de las gasolinas y el diésel, sin embargo, de manera inesperada, las distribuidoras informaron de manera escueta que el incremento fue suspendido.
«Semana del 24 de octubre no hay cambio en precio de ninguno de los combustibles. Se mantiene los precios de la semana pasada», informó una fuente del sector petrolero a Artículo 66.
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El aumento proyectado rondaba los 0.81 córdobas en la gasolina súper, 0.79 córdobas en la regular, y 0.52, en el diésel; lo que establecería un aumento promedio por galón de 3.10 córdobas en el precio de la gasolina súper; 3.00 córdobas, en la regular y 2.00 córdobas en el diésel.
Este día, el régimen, a través del Ministerio de Energía y Minas (MEM) y del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), informó que «los precios internacionales del petróleo y sus derivados han experimentado y experimentan, durante todo este año, hasta el 73 por ciento de incremento», lo que «impacta negativamente» en las familias nicaragüenses.
Por tanto, «para proteger la economía y la vida de las familias, el presidente de la República (Daniel Ortega) ha decidido no aplicar las alzas constantes, derivadas del movimiento de los precios internacionales del petróleo y sus derivados».
La medida se anuncia a pocas semanas de los comicios generales del siete de noviembre, en los que Ortega instauraría su cuarto mandato consecutivo y el segundo en binomio con su esposa, Rosario Murillo.
El mandato fue dado a conocer por el ministro Salvador Mansell ante medios oficialistas, este sábado, 23 de octubre, sin especificar las negociaciones que llevaron a la medida y si se trata de un congelamiento por tiempo indefinido o solo aplica a la presente semana.
La justificación que el INE ha mantenido para permitir las constantes alzas en los precios de los combustibles es que éstos no son regulados por el Estado, sino establecidos por cada una de las empresas distribuidoras que operan en el país.
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Expertos señalan que en Nicaragua la importación de hidrocarburos se maneja a nivel de monopolio y eso hace que los precios no sean competitivos con respecto al resto de la región centroamericana. «El grupo Ortega y familia son los que manejan el monopolio del combustible, ellos son los dueños de la importación de combustible. Antes a través de DNP, ahora han creado empresas fantasmas, empresas ocultas para seguir dentro del negocio de los combustibles. Además, las empresas Puma y Uno son importadoras y junto al Gobierno aumentan los precios», explicó, recientemente, el sociólogo Cirilo Otero.