La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien ha solicitado en diversas ocasiones que a Nicaragua se le aplique el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana y así suspender al país de la Organización de Estados Americanos (OEA), explicó que esa medida sería ideal para «dejar de oxigenar dictaduras autoritarias» como la de Daniel Ortega. Además, solicitó acciones más contundentes de parte de la comunidad internacional al acercarse lo que ella cataloga como «elecciones fraudulentas» de este próximo siete de noviembre.
Chinchilla, en una entrevista en Esta Semana, aseguró que países como Estados Unidos necesitan ser más fuertes con la dictadura de Nicaragua y dejar de aliviar económicamente a los Ortega-Murillo, pues asegura que es más que evidente que todo el dinero no «ha ido dirigido a aliviar la situación del pueblo nicaragüense».
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La exmandataria afirmó que la aplicación de la carta democrática tendría como consecuencia expulsar a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio (Dr-Cafta), Subrayó que en paralelo están creando estrategias y mecanismos más selectivos para que las empresas nicaragüenses desligadas con el régimen no se vean afectadas ante esta medida, pues asegura que «el objetivo no es destruir la base productiva del país».
El 21 de septiembre, Chinchilla solicitó en una audiencia ante el Subcomité de Asuntos Hemisféricos de la Cámara de Representantes estadounidense frenar el apoyo de organizaciones financieras internacionales al régimen y la cooperación que aún el Comando Sur de Estados Unidos provee a las fuerzas armadas orteguistas; investigar a todos los miembros de la familia Ortega-Murillo por lavado de dinero y tráfico de drogas, y brindar ayuda humanitaria a los nicaragüenses migrantes y los países que los acogen, en particular a Costa Rica y Panamá.
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Recientemente, ocho países representantes de naciones europeas y de América firmaron una declaración en la que plantean dudas sobre la «validez y legitimidad» de las futuras elecciones presidenciales y de una vez declaran los comicios como «no creíbles». Ante esto, Chinchilla aseguró que la comunidad internacional necesita acompañar estos comunicados con acciones que ejerzan presión al régimen de Daniel Ortega, pues el mandatario no acata las recomendaciones y demandas de los demás países basados en los documentos que rigen la funcionalidad internacional y que han sido firmados por Nicaragua.
Chinchilla sostiene que esto traería el aislamiento del régimen orteguista y limitaría sus acciones futuras, pues cada vez son más los países que se suman en repudio a la falta de garantías en las elecciones presidenciales y los actos de violencia realizados en el contexto electoral.