El Gobierno de los Estados Unidos, a través de su Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental, reaccionó ante la acusación y orden de captura emitida por la dictadura de Daniel ortega y Rosario Murillo contra el reconocido escritoR nicaragüense Sergio Ramírez Mercado, diciendo que el régimen de Managua está copiando al dictador Anastasio Somoza en la forma de reprimir.
La administración nicaragüense ordenó a su Fiscalía acusar formalmente al exvicepresidente de la República en la década de los 80 por el supuesto delito de realizar «actos que fomentan e incitan al odio y la violencia» y por haber recibido dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), Organización no Gubernamental que está siendo acusada por el régimen por lavado de dinero, bienes y activos. El Ministerio Público solicitó al Poder Judicial una orden de captura contra el escritor.
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Ante la arremetida represiva, esta vez contra Ramírez Mercado, un literato de gran reconocimiento internacional y ganador de importantes premios como el Cervantes y Alfaguara, Estados Unidos mostró su rechazo.
«El régimen Ortega-Murillo toma otra página del libro de jugadas de (dictador Anastasio) Somoza, presentando cargos falsos contra el aclamado escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez», dice un mensaje publicado en la página oficial de Twitter de la Oficina para Asuntos del Hemisferio occidental del Consejo de Estado Norteamericano.
La publicación agrega que «(Sergio) Ramírez tiene razón (al decir dice que) cuando se ataca una sociedad libre, las palabras son las armas del pueblo. No serán silenciados».
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En el comunicado 75-2021, la Fiscalía asegura que el doctor Ramírez recibió, a través de la Fundación Luisa Mercado, dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, cuyos principales miembros de su junta directiva se encuentran acusados por realizar conductas de apropiación indebida, lavado de dinero, bienes y activos.
Los fiscales al servicio de la dictadura afirman que la las acciones cometidas por la Fundación que dirige el escritor «encuadran en el tipo penal de Conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, en concurso con el delito de lavado de dinero, bienes y activos, tipificados en los artículos 282, 410 y 412 del Código Penal, Ley No. 641, en perjuicio de la sociedad nicaragüense y del Estado de la República de Nicaragua».
El escritor, tras conocer la acusación en su contra. reaccionó diciéndole al régimen Ortega-Murillo que «la dictadura de la familia Ortega me ha acusado a través de su propia Fiscalía, y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional, y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes»
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Y aprovechó para recordarles a los Ortega-Murillo que no es la primera vez que una dictadura como la de ellos lo acusa por lo mismo pues ya en 1977, Anastasio Somoza lo había hecho.
Además, ante el anuncio que su residencia sería allanada por la policía represiva, les expresó que «lo que van a hallar es una casa llena de libros. Los libros de un escritor. Los libros de toda mi vida. Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre. Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio».