La dirigente política opositora y actual presa política de la dictadura Ortega-Murillo Tamara Dávila está siendo torturada a diario por los agentes represivos del régimen, que la mantienen en una celda de máxima seguridad de las cárceles de El Nuevo Chipote, donde la someten a duros interrogatorios diario y utilizan el nombre de su pequeña hija para atormentarla, según denunciaron familiares que lograron tener contacto físico con ella recientemente.
Una de las integrantes de la familia de Dávila relató a Artículo 66 que por fin, luego de más de dos meses y medio de no saber nada de ella, lograron obtener autorización para visitarla. También vieron a Ana Margarita Vijil y a la excomandante guerrillera Dora María Téllez, todas capturadas el 12 de junio de 2021 cuando un numeroso dispositivo policial, armados como si fuera a la guerra, ejecutó un operativo de allanamiento y captura en las casas de las mujeres opositoras para detenerlas con excesivo uso de la fuerza.
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«Pudimos ver a Tamara (Dávila), a Ana (Margarita Vijil) y a Dora (María Téllez). Estamos particularmente preocupados por la situación de Tamara que está completamente aislada. Ella le comunicó a la persona que la visitó que no ha podido hablar con nadie desde que la detuvieron», detalló la familiar de la presa política.
Ensañamiento contra Dávila
La pariente de Tamara, tal como es conocida la dirigente opositora que es una de las caras más visibles en la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) por sus constantes y frontales expresiones de protesta contra la dictadura, expuso profunda preocupación por la situación de la pesa política porque los torturadores del régimen se están ensañando con ella al punto que, cobardemente, utilizan el nombre de de su hija para atormentarla.
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«Estamos especialmente preocupados por la situación de aislamiento absoluto de Tamara. Está “empernada” en una celda de aislamiento y máxima seguridad de El Chipote. (Dávila) Contó que la interrogan todos los días y en los interrogatorios, para ejercer violencia particular hacia ella como mujer, le mencionan a su hija, le dicen que es una mala madre que dejó a su hija abandonada por meterse a las protestas», dijo con tono de preocupación y condena la pariente de la líder opositora.
«Sabemos que esa es una narrativa que busca ejercer violencia particular hacia la mujer porque son frases que se utilizan para ejercer tortura psicológica usando ese lenguaje. Lo denunciamos porque es una saña y la tortura psicológica contra Tamara», agregó.
Recientemente una de las hermanas de la rea de conciencia relató a medios de comunicación que la hija pregunta constantemente por su mamá, e incluso ha llegado a creer que «su mamita puede estar muerta», porque no sabe nada de ella.
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En cuanto a Ana Margarita Vijil relató que está extremadamente delgada, se enfermó con una infección intestinal que la hizo perder muchísimo peso y se encuentra muy débil y que la atención médica no es la adecuada. No obstante, remarcó que todas son mujeres muy fuertes y pese a las duras condiciones a las que está siendo sometidas se mantienen firmes.
Tanto Tamara Dávila como Ana Margarita Vijil y Dora María Téllez son dirigentes de la UNAB y de la Unión Democrática Renovadora (Unamos). Tras su captura en junio, fueron acusadas por la Fiscalía de la dictador por el supuesto delito de traición a la patria bajo la ley represiva 1055.