El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, informó a su feligresía que quedan suspendidos «los retiros, las procesiones, las manifestaciones de religiosidad popular» o cualquier otra actividad que exponga a la población a aglomeraciones debido al incremento de contagios por COVID-19.
El jerarca, a través de un comunicado titulado «En todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó», anunció que «después de reflexionar profundamente frente al estado de la pandemia nuestro país y de acuerdo a mi conciencia, he decidido a luz del divino espíritu, suspender inmediatamente en toda la Diócesis» actividades que impliquen la aglomeración de personas, y añadió que «debemos custodiar la vida».
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A su vez, indicó que «las celebraciones litúrgicas continuarán realizándose, así como la adoración a Jesús sacramentado en nuestras parroquias y capillas, para lo cual aprovecho a suplicar a sacerdotes y fieles a mantener las medidas de estricto protocolo».
El 24 de agosto, el obispo por medio de un tuit resaltó que «el virus y el contagio están totalmente descontrolados. Es una real vorágine. El pueblo está cayendo víctima de la pandemia. Dios nos ama, cuidémonos. Solo Dios y el pueblo nos podemos cuidar. Aquí nuevamente, hay quienes brillan, pero por su ausencia».
La iglesia católica se encuentra tomando una serie de medidas ante los recientes fallecimientos de sacerdotes a nivel nacional. Hasta el momento, esa institución da cuentas de 13 sacerdotes que han muerto a causa del COVID-19. Tres permanecen seriamente afectados.
Cabe mencionar, que la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Ticuantepe, recientemente informó sobre la modificación de horarios, suspensión de confesiones, celebración misas de cuerpo presente y las visitas de enfermos hasta nuevo aviso; debido al nuevo brote de casos positivos por COVID-19.
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Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes no descarta la posibilidad de que se cancelen las misas con presencia de feligreses y retornar a las transmisiones virtuales a través de los medios de comunicación católicos, para evitar el aumento de contagios.
Monseñor Rolando Álvarez concluyó la misiva instando «a la población a continuar ofreciendo el Señor oraciones, sacrificios y penitencias por el cese de la pandemia, así el cuido que debemos tener unos con otros para detener esta cadena de contagios; todos somos responsables de la vida del otro».
El Ministerio de Salud en su informe semanal del 17 al 24 de agosto, anunció la cifra más alta de contagios desde el primer caso en el país con 495 casos de COVID-19 en siete días. Aunque estas cifran han sido cuestionadas por «falta de realismo», evidencian la situación de crisis ante el virus que vive Nicaragua. Siguen sin dar información sobre la existencia de variantes en el territorio nacional.