La vocera gubernamental y segunda al mando de la dictadura de Nicaragua, Rosario Murillo, se desbocó en insultos contra quienes, según sus alusiones, serían los sacerdotes, principalmente a los de la zona norte del país. Sin mencionarlos los denominó como supuestos «transmisores de la palabra de Dios» y los atacó con despectivos epítetos como perversos, iracundos, amargados y hasta «no cristianos», porque, según dijo, se oponen a que el Gobierno que presiden ella y su marido Daniel Ortega, entregue bonos productivos a las familias del campo.
Murillo vertió los insultos contra los pastores católicos este martes, tres de agosto, durante su monólogo diario que hace a través de llamada telefónica a sus medios de propaganda, donde también se dedicó a alabar su llamado congreso sandinista que ratificó las candidaturas de Daniel Ortega y de ella misma para continuar por cuarto periodo consecutivo en el Gobierno y la de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional y al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
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Al hablar de sus proyectos, Murillo dijo que «somos constructores, no destructores. Es bien difícil ver rostros de personas que se suponen deben promover amor, iracundos y amargados, es difícil entender que alguien que tiene a Dios en su corazón pueda mostrarse iracundo y amargado cuando algo no le parece por cualquier razón que sea, y a veces por capricho o por egoísmo. Es difícil ver esos rostros amargados que no reflejan a Dios».
Monseñor Rolando Álvarez dice que «no todo está perdido» pese a que no se concretó la unidad opositora. Foto: Cortesía/Diócesis de Matagalpa
Asimismo, al referirse a los llamados bonos de cerdos que están entregando en los municipios de Muy Muy, San Dionisio, San Ramón, Matagalpa, Matiguás y Rancho Grande, Jinotega, San Rafael del Norte, Yalí y Pantasma, señaló que algunos «no cristianos» critican que las familias del campo, reciban esos bonos.
«Qué falta de humanidad y qué falta de espíritu. Qué falta de humanismo, qué falta de credibilidad, porque cómo se puede creer que alguien, que dice ser, que dice ser (enfatizó), transmisor de la palabra de Dios no quiera o se niegue a que las familias del campo produzcan más, que reciban insumos para producir más y para vivir mejor. Eso solo se puede entender de mentalidades perversas, de mentalidades egoístas que no comprenden el mensaje cristiano, ni lo practican por supuesto».
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La vocera del régimen se autoalabó porque, según dijo, ella anuncia muchas buenas nuevas en el nombre poderoso de Jesús. «Será que hay quienes no quieren oír el nombre poderoso de Jesús, porque todo esto que llega a las familias hasta hoy empobrecidas, pero que van adelante, todo esto llega en el nombre de Jesús. Negar que las familias puedan recibir este tipo de respaldo, es negar a Dios y negar a Jesús», sentenció.
Igualmente, anunció que están presentando los planes de lucha contra la pobreza en Chinandega, Ocotal, Somoto y León y aprovechó para darle «su pasadita» a Estados Unidos y a la oposición culpándolos de la pobreza de Nicaragua, la que, afirma, su gobierno está superando porque ella escucha la «música de las estrellas».
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«(La pobreza) es el enemigo mayor, la pobreza que nos han dejado los que asaltaron la patria, que nos han dejado los que han querido dominarnos a través de la pobreza, los enemigos de la humanidad. Pero ahí vamos con la bendición de Dios sabiendo oír, escuchar la música de las estrellas».
La vicedictadora Murillo aprovecha sus transmisiones de todos los días para lanzar amenazas e insultos contra la oposición, la Iglesia, la empresa privada y contra todo sector que no comulgue con su Gobierno. Mientras ella lo hace, un grupo de sus fanáticos orteguistas acudieron, este martes tres de agosto, a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) para interponer una denuncia contra la candidata a la Vicepresidencia por la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL), Berenice Quezada, por supuestamente haber vertido declaraciones que incitan al odio y están pidiendo su inhibición del actual proceso electoral montado y controlado por Ortega y Murillo.
