El dictador Daniel Ortega aprovechó el acto de celebración del 42 aniversario de fundación de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua para despotricar contra los «colonialistas» y sin mencionar directamente a ningún religioso, se deshizo en insultos, notoriamente dirigidos contra los obispos de la iglesia católica.
«A la par de la cruz, la espada; a la par de la cruz, el robo; a la par de la cruz, los crímenes más brutales contra nuestros antepasados que se atrevían a defender sus derechos… Y con la cruz y la espada hicieron una combinación perfecta, mancillando a Cristo, utilizando a Cristo para destruir la vida entre nuestros antepasados indígenas, y fueron millones los exterminados, y vemos cómo esa es una historia que no termina, porque se van descubriendo crímenes horrendos, crímenes de todo tipo, como los que se están descubriendo en Canadá, donde los niños indígenas fueros puestos en manos de quienes se decían representantes de Cristo ¿Y qué hacían con los niños? Los asesinaban», se respondió el caudillo sandinista.
Ortega ofendiendo directamente a los sacerdotes que lo critican. «Ahí andan hablando como si fueran unos santos y solo basta levantar un poquito y uno lo que se encuentra es una inmundicia, donde no hay ningún respeto a Dios», remató.
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Y como para no dejar dudas de que los ataques de Ortega estaban dirigidos contra los sacerdotes católicos, la vocera gubernamental y vicepresidenta del régimen, Rosario Murillo, aprovechó su acostumbrado monólogo que realiza después de los actos públicos para encañonar a religiosos que apoyaron la rebelión de abril o que protegieron a las víctimas de la represión estatal.
«Cómo olvidar ese crimen contra nestro hermano policía Gabriel Vado, asesinado y quemado en un tranque en Monimbó, y cómo olvidar a ese dizque sacerdote, llamando a que fueran a tirarlo a un escusado, lo hubieran tirado en un escusado, les decía. ¿Cómo olvidar? Nunca debemos olvidar. Podemos trabajar por el encuentro, en el poderoso nombre de Jesús, pero nunca olvidar que aquí hubo acciones satánicas», amenazó Murillo.
«Están conspirando contra las elecciones»
El dictador Daniel Ortega también aprovechó para arremeter contra «el imperialismo yanqui» y contra los opositores a quienes calificó de «inmundicia» y de conspirar contra las elecciones, previstas a realizarse el próximo siete de noviembre, y a las que Ortega ha querido llegar sin contendientes fuertes, eliminando partidos políticos y encarcelando a cualquiera que se atreva a siquiera suponer que puede inscribirse para desafiarlo.
«Tenemos nuevos retos, las elecciones, otro gran reto que tenemos, porque están conspirando contra las elecciones, pero estamos seguros que así como Nicaragua ha salido vencedora frente a ese poderoso y brutal enemigo que es el colonialismo, en los diferentes momentos de nuestra historia, que se han creído con el derecho de adueñarse de nuestras tierras y adueñarse de las familias nicaragüenses y hacerlas trabajar como esclavos. Eso no volverá. Esa historia quedó enterrada, quedó enterrada en el basurero de la historia, que se den cuenta que están ahí en la inmundicia, en el basurero de la historia», vociferó mandatario sandinista, quien aspira a gobernar el país por un cuarto periodo consecutivo.
Para descalificar a las voces que se le oponen, Ortega volvió a recurrir a su ya lucia narrativa del «golpe de estado» y de los supuestos crímenes cometidos por los nicaragüenses que se le alzaron en abril de 2018. «Y nosotros estábamos ahí con la paciencia de Job, «ellos se dieron a conocer, ahí se filmaban con los teléfonos cuando quemaban instituciones, centros de salud, alcaldías, y cuando quemaban a los nicaragüenses, el pueblo pidió y el pueblo pedía que ya era hora de restablecer la paz en nuestro país y se procedió y se restableció la paz y la estabilidad y estamos gozando de esa paz y esa estabilidad, porque este pueblo seguirá defendiendo el derecho a la paz…»
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Aprovechando que tenía en frente a un escuadrón de efectivos del Ejército de Nicaragua y que estaba en el acto de celebración del 42 aniversario de la Fuerza Aérea, de la institución castrense, Ortega no desaprovechó tiempo para recordarle el origen sandinista. «Fuerza aérea sandinista, a mucha honra; Ejército de Nicaragua sandinista, a mucha honra», remojó.
Además intentó azuzar a los militares para disponerlos contra la oposición. «Ahí andan (los opositores) diciéndole a los yanquis que ellos están listos para que los yanquis los pongan a ellos en el poder, y le están diciendo al yanqui que ellos van a desaparecer al Ejército y a la Policía, y que están listos para someter al pueblo e imponer aquí el capitalismo salvaje», insistió.
Ortega es un dictador trasnochado que arremete con patadas de ahogado contra todo ciudadano decente que piensa diferente a su régimen totalitario y represivo