El universitario Gerald Vásquez, originario de la ciudad de Managua, cumple tres años de haber sido asesinado. El13 de julio de 2018, grupos paramilitares atacaron con armas de fuego la iglesia Divina Misericordia, sitio donde jóvenes estudiantes se refugiaron tras salir a punto de balazos de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) donde pasaron atrincherados por más de tres meses en señal de protesta contra el régimen de Daniel Ortega.
Según información de los sobrevivientes, el estudiante de 20 años, que cursaba el tercer año de técnico de la construcción en la UNAN-Managua, fue víctima de un certero disparo en la cabeza la madrugada del 14 de julio de 2018.
La embestida en contra de los universitarios duró más de 15 horas. Además de Vásquez, fue asesinado el estudiante de secundaria Francisco Flores. Hasta el día de hoy, ambos crímenes siguen en la impunidad.
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En respuesta a la exigencia de justicia por el asesinato de Vásquez, la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega ha arremetido contra sus familiares, manteniendo asedio y vigilancia constante, además de amenazas de muerte, de acuerdo con las denuncias.
En una reciente entrevista con Artículo 66, Susana López, madre del Gerald Vásquez, declaró que era vigilada a cada momento por civiles y que con frecuencia una patrulla de la Policía se apostaba afuera de la casa donde habitaba. «Me vigilan a cada momento solo por exigir justicia por el asesinato de mi hijo, sin embargo sigo firme y no descansaré hasta que los asesinos paguen», dijo.
Obligados al exilio
Susana López, madre de Gerald Vásquez, tuvo que exiliarse en Costa Rica, debido al constante asedio y persecución por parte de la dictadura de Daniel Ortega. Este miércoles, 14 de julio, conmemoró los tres años del asesinato de su hijo, fuera de su patria.
«A tres años del asesinato de mi hijo no he tenido justicia; es un dolor inexplicable recordar esta trágica fecha, porque se revive todo (…), pero aquí sigo firme, exigiendo justicia, porque ese y muchos crímenes en contra de los jóvenes no quedarán impunes. Sé que mientras esté la dictadura en el poder no vamos a obtener nada, pero hay que seguir firmes, porque la justicia llegará».

En cuanto al exilio forzado que vive desde hace un mes en Costa Rica, la también integrante de la Asociación Madres de Abril (AMA), expresó que «estemos donde estemos mantendremos siempre viva la memoria de nuestros hijos».
Pese a que este año no se pudo llegar a la iglesia Divina Misericordia, a como se hizo en el 2019 y 2020, Susana López, junto a otro grupo de nicaragüenses exiliados en Costa Rica, conmemoró en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en San José Costa Rica, los tres años del asesinato de Gerald Vásquez.
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«Sabemos que la represión es terrible y en este 2021 se ha incrementado, por eso no se pudo llegar hasta la iglesia Divina Misericordia, pero desde el exilio levanto mi voz en demanda de justicia», refirió Susana López.

López quien dijo a este medio de comunicación que tuvo que salir por puntos ciegos en Nicaragua aseguró que su vida corría peligro, tras las amenazas de la dictadura orteguista de encarcelar a todo opositor que exigiera justicia a nivel internacional.
Organizaciones de derechos humanos contabilizan más de 300 ciudadanos asesinados en el contexto de las protestas sociales, muchos de ellos eran estudiantes. Pese a la demanda de justicia, el dictador Daniel Ortega sigue reprimiendo al pueblo nicaragüense y ha afirmado que encarcelará a todo opositor que «atente contra la patria».