Nicaragua se encamina a convertirse en el país con el más raquítico crecimiento económico en la región centroamericana en el 2021, con solo un dos por ciento, según se desprende del más reciente informe de la Comisión Económico para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según ese organismo regional que estudia el comportamiento económico de Latinoamérica, Nicaragua presentará ente el 2021 al 2022 el porcentaje más bajo de crecimiento en Centroamérica. Este pronóstico contrasta con la proyección oficial, ya que según el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, se podrían alcanzar hasta un seis por ciento
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En el informe anterior, este mismo organismo había estimado el crecimiento económico en 1.3 por ciento. En una entrevista brindada a uno de los canales de la propaganda oficialista el 14 de junio, el sancionado presidente del BCN aseguró que el país se mantenía en la ruta de crecimiento de entre 2.5 y 3.5 por ciento para el cierre del año 2021, y agregó que previendo buenos resultados (no dijo en qué) también preveían «un escenario optimista de crecimiento de entre 4.0 y 6.0 por ciento».
En dicha entrevista, Reyes dijo que «las actividades económicas fundamentales del país se encuentran en franca recuperación y esto permite vislumbrar que durante el segundo trimestre la tendencia se va a mantener y el PIB (Producto Interno Bruto) crecerá entre 6 y 8 por ciento por el efecto base de menor crecimiento en 2020, pero también por un mejor resultado productivo».
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El mito del supuesto crecimiento económico y la franca recuperación que «le vende» el régimen Ortega-Murillo a la población es tirado por tierra por la Cepal que en el informe sostiene que el crecimiento previsto solo alcanzará aproximadamente el dos por ciento. Sin embargo, otros organismos internacionales son más severos en sus pronósticos, como es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte que para el 2021, el PIB de Nicaragua solo podría crecer 0.2 por ciento, mientras que el Banco Mundial (BM) cree que podría ser un 0.9 por ciento.
El pronóstico más optimista, incluso mayor que la del Gobierno, es el de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) que pronosticó un crecimiento de 3.7 por ciento. Funides está bajo ataque del régimen actualmente que lo investiga por supuesto lavado de dinero; excusa utilizada para llevar a la cárcel al precandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro, exdirector ejecutivo de ese organismo.

La Cepal también pronostica que, en la región centroamericana, la economía podría crecer hasta un 5.1 por ciento y en el caso de América Latina podría ser de hasta el 5.2 por ciento. Inicial, el organismo consideraba crecimiento del PIB nicaraguense de 1.3 por ciento, 3.8 por ciento para Centroamérica y 3.7 por ciento para toda la región latinoamericana.
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Mientras que Nicaragua será el que se coloca que en la cola del crecimiento económico con solo dos por ciento, Panamá está en la punta con 12 por ciento, secundado por El Salvador y Honduras, que podrían experimentar un cinco por ciento. En tanto, Guatemala se coloca después con 4.6 por ciento seguido de Costa Rica que experimentaría un 3.2 por ciento.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, recomienda a los gobiernos de la región mantener vigentes las políticas de transferencias de emergencia y de esa forma, «fortalecer una reactivación que sea sostenible en el tiempo, más justa, igualitaria y amigable con el medioambiente». Agrega que se necesitan «políticas para una recuperación transformadora con énfasis en la inversión. Políticas industriales y tecnológicas para impulsar el crecimiento de sectores más intensivos en tecnología y generadores de empleos de calidad».