Este jueves, ocho de julio, la vicemandataria del régimen, Rosario Murillo, volvió a atacar a los periodistas independientes, sumando a su repertorio de calificativos el apodo de «lenguas largas y fingidas»; al tiempo que los acusó nuevamente de publicar «noticias falsas», y celebró su intento de censura.
En su llamada telefónica a medios oficialistas, la vocera del régimen de Daniel Ortega, dijo que los periodistas «desde los tres minutos de fama que creen generarse», publican «falsedades» al no reproducir la agenda del régimen.
Los medios de comunicación, según Murillo, son «agendas de malignidad, noticias falsas, falsos profetas, profetas y cantantes y cantores de las desgracias que sueñan- porque de ahí no pasan-, las desgracias que claman (…) y sobre todo a los amos de otros lugares, porque son sus amos y ellos, sus súbditos».
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En su ataque festejó el ahogo que aplica su dictadura a la prensa independiente, que incluye la restricción de la publicidad estatal, compra de canales de televisión y radios, confiscación de medios de comunicación, y en las últimas semanas, hasta amenazas de cárcel, lo que ha forzado a un segundo éxodo de comunicadores desde las protestas sociales de 2018.
«Con sus agendas malignas, con sus cantos, con sus panderetas, con sus matracas, cada vez menos audibles porque cada vez son más silentes en la medida que medios como los medios que son “detalles de cada momento” (orteguistas) cantan a la paz», dijo.
«Las agendas de malignidad alcanzan solo en sus propios salveques. Ahí es donde se quedan porque nadie cree lo que estos falsos, chachalacos, parlanchines, tuco y ticos, urracas, paquines, dicen».
La arremetida la aprovechó cuando dedicó unas palabras al comentarista Moisés Absalón Pastora, quien le envió «un hermosísimo mensaje de compromiso», al cumplir un año más de mantener su programa televisivo de propaganda orteguista, beneficiado con la publicidad estatal.
Estos programas de propaganda partidaria, según Murillo, «no son chachalacas, no son urracas parlanchinas, no son ni tucos ni ticos; son medios de comunicación que se dedican a transmitir, a reafirmar la verdad».
Mientras a los periodistas les continuó llamando «lenguas largas, pérfidos, la perfidia, la insidia, la malignidad, “lengua fingida”, lenguas de fingimiento, de mentiras».
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En las últimas semanas, el régimen ha agudizado la persecución penal y política contra opositores, y ha enfilado sus armas contra la prensa independiente, a las puertas de las elecciones presidenciales previstas para noviembre.
Desde finales de mayo a la fecha, Ortega ha ordenado el encarcelamiento de 26 personas, entre ellas seis aspirantes presidenciales, activistas políticos, exguerrilleros sandinistas, líderes estudiantiles, dirigentes campesinos, empresarios, banqueros y periodistas.