El Vaticano aceptó este martes, seis de julio, la renuncia del gobierno pastoral de monseñor Juan Abelardo Mata en el obispado de Estelí; en un proceso exprés de aceptación no visto en caso de otros jerarcas católicos en Nicaragua.
“El Santo Padre aceptó la renuncia a la pastoral de la Diócesis de Estelí (Nicaragua), presentada por Su Excelencia Monseñor Juan Abelardo Mata Guevara”, señala el escueto comunicado de la Sala Stampa de la Santa Sede.
La aceptación de la renuncia sucede prácticamente a menos de un mes de la presentación de la misma al papa Francisco por parte del obispo Mata, quien actualmente se desempeña también como secretario general (portavoz) de los obispos de Nicaragua.
Cabe señalar también que el papa está despachando desde el hospital policlínico Gemelli de Roma, donde fue sometido a una cirugía del colon el pasado día domingo.
El rápido cese de Mata por parte del Vaticano se contrapone a los largos períodos de prórroga que anteriormente han tenido otros obispos que han puesto su renuncia, como fue el caso del fallecido obispo de León, Bosco Vivas Robelo; a quien Roma le prorrogó dos años su episcopado.
También destaca el caso del fraile franciscano capuchino estadounidense Pablo Smith Simón, obispo emérito de Bluefields; a quien se le prorrogó también dos años al frente de la Diócesis de la Costa Caribe Sur.
El Vaticano, por medio de una nota de la Nunciatura Apostólica en Managua, explicó que la Diócesis de Estelí quedaba a cargo del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez; hasta que el papa Francisco nombre al sucesor de monseñor Juan Abelardo Mata.
Mata, una trayectoria crítica contra el régimen
Monseñor Juan Abelardo Mata se ha destacado entre los obispos de Nicaragua por ser una de las voces más críticas y contundentes contra el régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
A finales del primer periodo presidencial de Ortega (2011), Mata ya hablaba de la presencia de grupos armados opositores en el norte de Nicaragua; algo que le valió ser víctima de ataques verbales por parte del mismo dictador en una discurso televisado en una plaza de Managua.
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“Los tiempos han cambiado, creo que no habrá gobierno que apoye económicamente una insurrección armada… Creo que hay que cambiar de mentalidad”, señaló el obispo de Estelí sobre la presencia de presuntos rearmados con fines políticos, algo que siempre ha negado el Ejército de Nicaragua, afín a la dictadura orteguista.
Mata también salió en defensa de monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, cuando este fue atacado verbalmente por Daniel Ortega en 2017, debido a sus críticas hacía el manipulado sistema electoral en Nicaragua.
“Es parte de lo folclórico de las personas que tenemos al frente. No es la primera vez que suceden estas cosas (ataques de Ortega a la Iglesia). Yo recuerdo que cuando empezaron los grupos armados en las montañas y nos dolía ver caer campesinos y pedimos al gobierno que entonces comenzaba que escuchara la voz de esa gente que se había armado (…) ¿Qué respuesta hubo en una de las plazas de esta ciudad? Burlarse de mi apellido y ponerme apodos militares, cosa que está muy lejos de la posición de cualquiera de nosotros obispos”, enfatizó en esa ocasión monseñor Mata.
El obispo Mata al encarar en el diálogo nacional a la pareja presidencial y solicita el desarme de los paramilitares
En 2018, durante la primera sesión del diálogo nacional, Mata encaró a Ortega y le recriminó haber usado la represión contra la población civil que protestaba contra su gobierno, y aseguró que el país se encaminaba hacia una “revolución no armada”.
Si quiere usted desmontar la revolución, no es a fuerza de presión, de balas de goma, de balas de plomo, ni de fuerzas no paramilitares. (Acuartelar a Policía y paramilitares) no es una petición, es una exigencia. Le pido (…) que repiense con su gabinete los caminos que han recorrido”, le exhortó el obispo a Ortega en cadena nacional de radio y televisión
Ese mismo año, y en plena escalada represiva, monseñor Mata fue víctima de un atentando en Nindirí por parte de paramilitares orteguistas; quiénes rafaguearon su camioneta. El jerarca católico tuvo que entrar en una vivienda para huir de las huestes oficialistas armadas.
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Tras la salida forzada del obispo Silvio José Báez del país en 2019 para resguardar su vida; Monseñor Juan Abelardo Mata fue el único jerarca católico que aceptó que el exilio impuesto al obispo auxiliar de Managua fue parte de una “jugada diplomática” en el marco de las fracasadas negociaciones de entre el régimen de Ortega y la opositora Alianza Cívica bajo la mediación de Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico en Nicaragua y la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Lo vuelvo a repetir y con las palabras de monseñor Báez no las mías: se requiere una Iglesia más pastoral y menos diplomática, creo que la cuota de parte de la Iglesia a la diplomacia fue dada con la cabeza de monseñor Báez”, señaló Mata en una entrevista concedida en agosto de 2019 al programa “Esta Semana”.
En el mismo espacio, Mata también habló del nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, de quién dejó entrever que estaba siendo manipulado por el régimen de Ortega y también sobre la unidad del Episcopado nicaragüense.
“En el fondo sí (está siendo manipulado), esa es mi lectura, puede ser que esté equivocado. Ya como obispo y ciudadano creo que sí”, subrayó Monseñor Mata, al ser consultado sobre el Nuncio Apostólico.
No fue el Papa Francisco quien le aceptó la renuncia, el pontífice convalece de una operación quirúrgica. Otras fuerzas oscuras en conjunto con el nuncio nazi Sommertag hicieron esa movida a favor de la dictadura.
Que bueno que se retira el obispo Juan Abelardo Mata, mucho daño le ha causado a la feligresía católica, no predicaba la palabra de Dios sino que su mensaje era de confrontación entre los mismos hermanos nicaragüenses