La Diócesis de Estelí, dirigida por monseñor Abelardo Mata, envió un contundente mensaje frente a la actual situación y el rol delos diversos sectores sociales y políticos en Nicaragua. En el comunicado se especifican las debilidades que enfrenta la oposición, pero no deja atrás las decadencias del régimen de Daniel Ortega. El delegado de la Iglesia católica solicita sensatez y llama a deponer intereses personales y procurar elecciones transparentes.
«El motivo de nuestra esperanza no ha de ser el “acontecimiento de elecciones”, sino Jesucristo. Él es nuestra esperanza. Sin embargo, buscar la oportunidad de un cambio a nivel social, político y económico no contradice nuestra fe, sino que refleja los anhelos que, como hombres y mujeres situados en este momento de la historia, queremos vivir un crecimiento integral de la persona humana», señala el escrito a manera de introducción.
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Remarcan que a través de elecciones se definirá la historia de Nicaragua. Aseguran que la crisis del país «revela la falta de consciencia y el grado de superficialidad en el que el mundo globalizado nos ha introducido».
En medio de la crisis se contemplan tres fuerzas humanas luchando entre sí con objetivos diferentes y direcciones opuestas «por un lado la sociedad civil que parece no tener voz ni voto; el gobierno que se presenta como el salvador, con aires mesiánicos; y, por otro lado, las nuevas organizaciones sociales y políticas con sus respectivos representantes luchando contra los fantasmas de una política viciada».
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Añaden que «la mayoría es la sociedad civil, que actualmente sufre el hambre, el desempleo y todos los atropellos que supone la lucha por ejercer su libertad y vivir la dignidad humana que no es dada por ser hijos de Dios». Resaltan que es tiempo de que la sociedad civil no sea «la cenicienta de las fuerzas políticas, militares y económicas».
Los religiosos piden a quienes están en la Presidencia aprovechar la oportunidad de elecciones y «hacer cambios profundos de cara al bien común», apelan a las creencias que profesan los gobernantes para tener la valentía de saber «deponer sus intereses y sus egoísmos» y crear las condiciones necesarias para celebrar unos comicios transparentes.
«Es propio de la fragilidad del corazón humano adecuarse al poder cuando lo ostenta por mucho tiempo. incluso se puede llegar a pensar que es la voluntad divina la que le hace gozar del mismo. Tal forma de pensar alcanza a quienes sintiéndose débiles se abandonan a la protección absoluta de un poder que les da seguridad», mencionan sobre el deseo de poder de la pareja presidencial que, según los obispos, se encuentran en una espiral que les hace difícil desapegarse y brindar las libertades democráticas.
Opositores se quedan en buenas intenciones
Señalan que las nuevas organizaciones han sido escogidas por la sociedad civil. Sin embargo, han demostrado vacíos de cara al proyecto común. Sus buenas intenciones se quedan eso y no conforme a las demandas del pueblo. «Devela la crisis que el hombre y la mujer nicaragüense estamos enfrentando», advierten.
Para concluir asegura que la crisis iniciada en 2018 es producto de la carencia de un nicaragüense que renuncia progresivamente a los valores fundamentales que «sostienen la razón de ser y el sentido de su vida».