La vicemandataria, Rosario Murillo, confirmó su rencorosa persecución en contra del líder estudiantil Lesther Alemán, quien encaró al dictador Daniel Ortega con la demanda de «¡ríndase!» pronunciada en el Diálogo Nacional, durante la represión de 2018; y ahora convertido en otro preso político del régimen.
Las palabras del joven aún hacen eco en la memoria de la vocera del régimen quien este martes, seis de julio, manifestó que en «ese nefasto abril, nos arrebataron el derecho a la movilidad y se creían emperadores cuando levantaban la mano para decir “no, no se quiten los tranques”, ¡los emperadores”!».
«Los que se creyeron emperadores, pero en realidad eran minúsculos y miserables seres humanos; levantaban la mano para decir “no” y seguían cometiendo crímenes y saqueando, y robando y secuestrando y violando», imputó Murillo.

Continuó llamándoles «pirómanos y deshumanizados» a los jóvenes que participaron en las protestas sociales que, según la vicedictadora, «se creían emperadores». «Pero al fin y al cabo, nuestra fragilidad humana queda expuesta, visible», añadió.
«Todo esos asentimientos, esas manos levantadas que jamás vamos a olvidar (…) Esos que se creyeron emperadores, esos que se creyeron eternos, nada es eterno y nadie es eterno», reiteró.
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La arremetida de Rosario Murillo ocurre luego de la detención arbitraria en contra del joven, y en tiempos que la dictadura ha apuntado sus «armas» en contra de líderes opositores, periodistas y empresarios.
El régimen Ortega-Murillo lleva 26 personas encarceladas en un mes, acusadas de «traidoras de la patria» o lavado de dinero; con lo que estaría apartando de su camino todo obstáculo de cara a las elecciones generales.
Ante la condena generalizada de la comunidad internacional, Murillo justificó que hay una «politización absurda y evidente» de lo que llaman «derechos» para «culpabilizar a los pueblos valientes».
Cadena perpetua para esa bruj@.
Nicaragua en realidad necesita una intervención, para poder detener a estos delincuentes que se han apoderado del país