Basado en la historia bíblica de «la mujer «flujo de sangre», a quien Jesús curó luego de sufrir 12 años de sangrado vaginal, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez refirió en su homilía de este domingo, 27 de junio, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, que hay «pueblos que sufren hemorragias a causa de tiranías irracionales que los oprimen».
En alusión a la crisis política que vive Nicaragua, tras la represión ejecutada por la dictadura de Daniel Ortega y comparándolos con la historia bíblica, Báez señaló que «estos pueblos se van desangrando poco a poco, empobreciéndose, perdiendo libertad, dignidad y futuro».
El obispo, quien vive un exilio forzado desde el 2018, exhortó a estar atentos, porque existen riesgos de acostumbrarse a al represión que se vive a diario. «Estemos atentos, porque uno de los mayores riesgos es acostumbrarnos a la opresión que desangra a los pueblos. Podemos sobresaltarnos cuando salen a luz pública los atropellos a los derechos humanos, pero siempre existe el riesgo de ir aceptando lo que sucede como parte de una triste normalidad. Podemos llegar a pensar, incluso, que no es posible hacer nada».
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«No nos acostumbremos a las “hemorragias” sociales. No aceptemos como normal la represión, la violencia y la injusticia. Como la mujer del evangelio de hoy, también los pueblos deben dejar de sangrar, levantarse de su postración y buscar nuevos horizontes de libertad y justicia. Jesús nos asegura que Dios lo quiere y no dejará de darnos esperanza y comunicarnos su fuerza», recalcó el religioso.
Además enfatizó en que «la hemorroísa tocó a Jesús en un acto de abierta rebeldía contra una ley religiosa que la oprimía y le negaba su dignidad. Después de sufrir desprecio y vivir en humillante soledad por muchos años, esta mujer decidió un día aprovechar la oportunidad que se le presentaba para liberarse (…). Acerquémonos a Jesús y “toquemos su manto” con gran confianza en su amor, pero también con gran confianza en nuestra propia dignidad personal de hijos e hijas de Dios».
llama a orar por victimas del derrumbe de un edificio en Miami
Silvio Báez, también dedicó la homilía a orar por las personas que murieron trágicamente el 24 de junio tras el derrumbe de un edificio de 12 plantas en Surfside, una zona residencial del área de Miami.
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«Sabemos que Dios ni provoca ni desea eventos terribles y dolorosos como este, pues como dice la primera lectura de hoy, “Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes” (Sab 1,13). Encomendamos al Señor a todas las personas fallecidas».
«Es consolador saber que estas personas han sido acogidas por Jesús, resucitadas por él y conducidas por él a la vida eterna. Oramos también para que Jesús consuelo y fortaleza a sus familiares», agregó.
