Los intentos de diálogo del gobierno de Pedro Sánchez con el régimen de Daniel Ortega para restablecer la democracia en el país centroamericano han sido infructuosos, reveló este jueves, 24 de junio, la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González Laya.
En conferencia de prensa, la ministra adelantó que se buscan nuevas medidas con la Unión Europea para que se revierta el camino que ha tomado el dictador nicaragüense, quien en las últimas semanas ha intensificado la persecución contra opositores y aspirantes presidenciales.
«Nosotros, en las últimas semanas, yo misma lo he hecho de manera discreta, he buscado el diálogo con las autoridades nicaragüenses, buscar que se reviertan una serie de medidas que atentan contra los ciudadanos nicaragüenses, contra sus derechos, contra su capacidad de ser actores políticos en Nicaragua, contra principios de funcionamiento básicos… de momento no veo progreso en esa dirección y evidentemente España junto con el resto de miembros de la Unión Europea está considerando cuáles tienen que ser los próximos pasos. Nos preocupa la ciudadanía nicaragüense, nos preocupa que se estén pisoteando sus derechos y por lo tanto, buscaremos en las próximas semanas, adoptar medidas que nos ayuden a defender los derechos de los ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses», dijo la representante gubernamental de España.

Ha sido el propio presidente Sánchez, quien le ha dicho públicamente a Ortega que «juegue limpio» y libere a los dirigentes políticos para someterse a unas elecciones libres, justas y competitivas; sin embargo, anoche el caudillo volvió con su discurso confrontativo y amenazando con dejar en sus cárceles a la veintena de opositores detenidos en las últimas tres semanas.
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«Para nosotros es muy importante que Nicaragua cumpla con los compromisos que Nicaragua ha adquirido con sus propios ciudadanos. Nicaragua se ha comprometido a estándares de democracia, respeto a los derechos humanos, de libertades individuales, de procedimientos judiciales justos y de lo que se trata aquí no es que España le diga a Nicaragua lo que tiene que hacer, sino que Nicaragua respete los compromisos que ha adquirido con sus propios ciudadanos», sostuvo Arancha González.
Las declaraciones fueron dadas durante una conferencia con su homóloga de Panamá, Ericka Moynes, quien llegó a Madrid en una gira oficial en búsqueda de alianzas políticas.
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La ministra de Relaciones Exteriores panameña se expresó en la misma línea indicando que «el pueblo nicaragüense merece unas elecciones libres, justas, creíbles, transparentes y toda la comunidad internacional tiene que estar siguiendo de cerca, involucrándose y ayudar (a los nicaragüenses) a salir (de la crisis) en esas elecciones que tanto se merecen».

«En pocos días se han dado muchos eventos que atentan contra la democracia y contra el ejercicio de la posibilidad de tener unas elecciones libres, justas, creíbles y transparentes (en Nicaragua) es preocupante para Panamá, es preocupante para la región. Pensamos que lo que está sucediendo es poner a prueba, una vez más, a la comunidad internacional. Nos pasó con Venezuela y ahora nos está pasando con Nicaragua y depende ahora de todos nosotros que podamos responder a la altura y buscar una solución real y efectiva en el corto plazo», alertó la canciller panameña.