La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares de protección a favor de la periodista Kalúa Salazar, jefa de prensa de Radio La Costeñísima, en Bluefields, así como a sus familiares, por considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Nicaragua.
«Según la solicitud, la beneficiaria (…) se encuentra en una situación de riesgo debido a que es víctima de amenazas, hostigamiento y vigilancia por parte de autoridades estatales y particulares dada su labor periodística», señala la Comisión en su nota de prensa con fecha del 14 de junio.
El organismo de derechos humanos también relata que para otorgar las medidas en favor de Salazar tomó en cuenta el contexto represivo contra la prensa independiente en Nicaragua, así como la situación de riesgo acentuada que enfrenta la comunicadora como mujer periodista.
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«De esta forma, tras analizar las alegaciones de hecho y de derecho aportadas por las partes, se considera que la información presentada demuestra prima facie (a primera vista) que Salazar se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, puesto que sus derechos a la vida e integridad personal están en riesgo de daño irreparable», agrega la CIDH.
Entre las demandas de la CIDH al régimen de Daniel Ortega está que este adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Kalúa Salazar y su núcleo familiar; «a tales efectos, el Estado debe asegurar que sus agentes respeten la vida e integridad personal de las personas beneficiarias, como proteger sus derechos en relación con actos de riesgo que sean atribuibles a terceros, de conformidad con los estándares establecidos por el derecho internacional de los derechos humanos».
Además instan a los Ortega-Murillo a tomar las medidas necesarias para que la periodista Salazar pueda desarrollar su labor periodística sin ser objeto de actos de violencia, intimidación, hostigamientos y detenciones en el ejercicio de sus labores. «Lo anterior incluye la adopción de medidas para que pueda debidamente ejercer su derecho a la libertad de expresión», indican.
«La dictadura no va respetar las medidas cautelares»
Por su parte, la periodista Kalúa Salazar, de 27 años dijo a Artículo 66 que las medidas cautelares otorgadas por la CIDH las solicitó para proteger su vida y la de su familia, porque considera que a diario está en riesgo debido al constante asedio, amenazas e intimidación por parte de la Policías y paramilitares de la dictadura orteguista.
«Yo ya he denunciado públicamente cómo la Policía fuertemente armada hostiga mi vivienda, estando mis hijas menores en el corredor (de la casa). En una ocasión un antimotín introdujo el cañón de su arma en las verjas de mi casa, estando de frente mi hija de dos años», denunció.
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«Gracias a Dios pude obtener las medidas cautelares», subrayó Salazar, sin embargo, afirma que «lamentablemente estamos en un gobierno que no conoce de democracia, que no conoce de derecho y de libertad de prensa, por lo tanto criminaliza nuestro trabajo periodístico».
«Sé que (la dictadura) no va a prestarle ningún tipo de atención a las medidas cautelares, más bien creo que seré más hostigada y asediada, sin embargo, este es un precedente que se deja para todos y todas las nicaragüenses que saben cuál es la situación que se vive en Nicaragua y que buscan de alguna manera que sus derechos sean respetados, porque nosotros los periodistas no somos delincuentes, no estamos metidos en ningún tipo de mafia…», expresó la periodista.
Salazar ha sido víctima de constante asedio y señalamiento por parte de la dictadura de Daniel Ortega. El 23 de septiembre de 2020 fue condenada a 120 días multa, por el supuesto delito de calumnias contra tres militantes del Frente Sandinista que se declararon injuriados por una noticia relacionada con actos de corrupción en la Alcaldía de El Rama.
Pese al constante hostigamiento del régimen, Salazar sigue laborando como jefa de prensa de Radio La Costeñísima en Bluefields y asegura que seguirá ejerciendo su trabajo con profesionalismo y ética.