La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió un fuerte mensaje pastoral en el cual volvieron a recalcarle al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo la necesidad de realizar elecciones generales libres, democráticas y observadas en noviembre como una vía pacífica para terminar con la grave crisis sociopolítica que padece el país desde abril de 2018.
«Queremos y preferimos para Nicaragua un sistema democrático, donde la autoridad política es responsable ante el pueblo y los organismos representativos deben estar sometidos a un efectivo control por parte del cuerpo social» , señalan los obispos en uno de los párrafos medulares del mensaje.
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La pastoral de la jerarquía católica llega en un momento donde se arrecia la violación de los derechos humanos por parte de la dictadura orteguista contra la oposición política y los periodistas y medios de comunicación que escapan al control estatal.
Cabe señalar que en los últimos días, también partidarios de la dictadura han empezado a pedir por redes sociales el encarcelamiento de los obispos y sacerdotes más críticos con la pareja gubernamental.
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«Rechazamos todo aquello que pretenda dañar la paz, fundamentada en la justicia y el respeto a los derechos humanos», remarcan los religiosos en clara referencia a la judicialización política que viven los precandidatos presidenciales opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz Sequeira, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro; así como la represión del régimen que viven otros actores sociales que disienten de la narrativa oficial.
Los obispos nicaragüenses también llaman la atención sobre la importancia de mantener una efectiva separación de poderes y argumentan -usando una frase del Papa Juan Pablo II-, que es mejor «que un poder esté equilibrado por otros poderes y otras esferas de competencia que lo mantengan en su justo límite».
Los religiosos exigen que en el país se evite institucionalizar la persecución política contra los disidentes al actual régimen, así como con periodistas y otros actores sociales.
«Hay que evitar que en nuestra patria se institucionalicen la restricción arbitraria e ilegal a las libertades ciudadanas, la injusticia, leyes en detrimento de los derechos humanos, asedio y hostigamientos políticos», subraya el mensaje pastoral de la Iglesia.
La jerarquía católica también tiene una palabra para las personas exiliadas y para aquellos que perdieron un familiar en el contexto de la represión estatal desatada en 2018 contra manifestantes pacíficos.
«Es necesario no olvidar y volver la mirada hacia las personas que sufren por un familiar asesinado, desaparecido, perseguido o privado de libertad, para que sea respetada su dignidad, sus derechos humanos, su cultura y que sean realmente integrados a la sociedad», enfatiza el documento eclesial.
Todos debemos exigir respeto a la voluntad popular
Los obispos instan a los nicaragüenses a defender mediante métodos pacíficos y democráticos el derecho a elegir y ser electos en una justa electoral transparente, con garantías y observadas nacional e internacionalmente.
“Todos debemos exigir con los medios disponibles el respeto al voto del pueblo, para que, como resultado de elecciones libres y transparentes, surja un gobierno elegido por el pueblo soberano”, dice el mensaje pastoral.
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Así mismo, los obispos de Nicaragua exhortan a los nicaragüenses a elegir a candidatos que respeten “la dignidad de la persona, los derechos humanos, la libertad”, así como aquellos que defiendan al modelo de familia tradicional y se opongan al aborto. Para los religiosos, éstos puntos son “irrenunciables, impostergables e indiscutibles”.
Compromiso de todos con la lucha cívica
Sin mencionarlo directamente, los obispos de Nicaragua aseguran en el mensaje pastoral que quiénes más deben renunciar a sus posturas por el bien de Nicaragua es la familia gobernante.
«Principalmente aquel a quien le toca gobernar, está llamado a renuncias que hagan posible el encuentro (de la sociedad). Con renuncias y paciencia un gobernante puede ayudar a crear ese hermoso poliedro donde todos encuentran un lugar», insisten los obispos.
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La pastoral de la Iglesia católica también señala que el diálogo social que se pide de un gobierno no es «para negociaciones del tipo económico, ni pactos para repartirse cuotas de poder» sino que es «un intercambio de ofrendas por el bien común».
La jerarquía de la Iglesia insiste en la unidad «en torno a los principios morales» como base para los grandes cambios en la sociedad. «Unidad real y efectiva de voluntades y conciencias, capaces de obrar en momentos difíciles guiados por aquellos principios y valores y teniendo en mente el bien común. Todos tenemos derecho y obligación de comprometernos con la lucha cívica y pacífica, en cualquier circunstancia», puntualiza el Episcopado.
Pandemia y marginación social
Los obispos de Nicaragua reservan un espacio en su mensaje pastoral para revelar su visión de cómo el país y la Iglesia afrontó la pandemia del COVID-19 revelando que la misma agravó «la desigualdad social que margina y discrimina a amplios sectores de la sociedad».
«Acompañamos con nuestras oraciones y sentimientos a todos los afectados por el virus, los que están hospitalizados o cuidados en sus hogares, a los que viven el duelo por sus seres queridos, víctimas de esta pandemia», expresan los religiosos.
Los obispos de Managua en Catedral Metropolitana, en 2018. Foto/Archivo: Israel González Espinoza/Religión Digital
La jerarquía católica además llamó a la población a seguir amando la vida, manteniendo todas las medidas de bioseguridad, distanciamiento social y limpieza para prevenir más contagios; al contrario de lo realizado por el régimen dictatorial que fomenta actividades masivas que facilitan la propagación de la pandemia.
Del mismo modo, agradecieron el trabajo del personal médico y sanitario, que en medio de las dificultades, ha logrado salvar la mayor cantidad de vidas posibles, no sin olvidar que muchas veces, la sanidad pública no contó con los recursos materiales suficientes para atender a los enfermos, por lo cual muchos profesionales de la salud perdieron sus vidas.
Jornada permanente de oración
Los obispos de Nicaragua llamaron a los fieles cristianos a redoblar sus oraciones por el fin de la pandemia y por la paz de Nicaragua, poniendo especial énfasis en las misas de los jueves, que en el país se conoce como “Jueves del Santísimo”.
«Convocamos a nuestros fieles a permanecer en presencia de Jesús Sacramentado. Postrémonos ante él. Que en todas las parroquias de nuestra Provincia se promuevan horas santas y vigilias», garantizando la presencia de los fieles frente al Santísimo Sacramento desde la mañana hasta el atardecer.
Asimismo, el Episcopado instó a los fieles a unirse en oración del 12 de junio al 15 de agosto, orando con la plegaria de consgración de Nicaragua a la Virgen María.
La Pastoral de la jerarquía católica fue preparada de antemano y alguien le dio el pitazo a la dictadura, que se desató en contra de los purpurados y hasta contra los curitas sin rango. ¿Quién traicionó a sus “hermanos” obispos? Conste: no he mencionado como sospechoso al nuncio nazi ni al obispo de León.