El vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Edward “Ned” Price, advirtió mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, que todas las acciones que viene desarrollando la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, dirigidas a reprimir a los medios de comunicación independientes y a los políticos de la oposición, siguen socavando la posibilidad de realizar elecciones libres y justas en el país.
«Acciones contra Cristiana Chamorro y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), así como arrestos de periodistas son otro alarmante paso contra la democracia en Nicaragua», dice parte del mensaje publicado en la red social del funcionario norteamericano.
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El escrito, que define la posición del Departamento de Estado norteamericano frente a los últimos acontecimientos en Nicaragua, agrega que «las elecciones libres y justas se ven socavadas cuando los medios independientes están bajo asedio y los líderes de la oposición no pueden postularse».
El vocero de la diplomacia del Gobierno de Joe Biden se refiere al asalto ejecutado, la mañana del 20 de mayo, por la Policía orteguista contra las oficinas del medio de comunicación Confidencial y el programa Esta Semana, que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro Barrios, y a las acciones represivas de los efectivos policiales contra periodistas de medios de comunicación independientes que daban cobertura al operativo policial.
También hace alusión a la acusación emprendida por el régimen contra la precandidata presidencial Cristiana Chamorro Barrios, a la que le abrieron una indagatoria, acusándola por el supuesto delito de lavado de dinero cuando era directiva de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
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Para analistas políticos y defensores de derechos humanos, tras la acusación contra la aspirante presidencial, en realidad se esconde la intención del régimen Ortega-Murillo de inhibirla como candidata, porque es ella quien cuenta con mayor aceptación popular, de acuerdo con encuestas independientes, y por tanto, pone en peligro las aspiraciones de la dictadura de permanecer en el poder.
Paralelo a los ataques contra Confidencial y contra Cristiana Chamorro, la dictadura ordenó a su Policía cercar en sus propias casas a los también aspirantes a la Presidencia Félix Maradiaga y Juan Sebastian Chamorro, además a las dirigentes opositoras de la Coalición Nacional Tamara Dávila y Suyen Barahona, a quienes no se les permite movilizarse libremente.