La Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de Estelí confirmó la excarcelación de Abner Onell Pineda Castellón, el fanático sandinista que asesinó de un disparo a Jorge Luis Rugama Rizo por gritar «¡Viva Nicaragua Libre!». El hecho se registró en el municipio de La Trinidad el 19 de julio de 2020.
Dos de los tres magistrados resolvieron desestimar el recurso de apelación presentado por el abogado Eber Acevedo, defensor de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), alegando supuesta «ilegitimidad» para interponer el recurso a favor de la señora Luisa Rugama, madre de la víctima.
En un hecho excepcional, el magistrado Roberto José Petray disintió de sus colegas y dio su voto para revocar la sentencia del juez Erick Laguna Averruz, solicitó que se ordenara la captura del «gatillero» y se le condenara a once años de prisión por los delitos de homicidio y portación ilegal de armas.
El abogado defensor informó que fue notificado la mañana de este lunes, 17 de mayo, y señaló que pese a que los magistrados ratificaron la impunidad contra el opositor del régimen, se lleva la satisfacción que Petray demandó justicia.
«Es sorprendente y fue bien recibida la noticia que dentro de la misma sentencia, uno de los magistrados, actuando a apegado a derecho, disintió«», dijo Acevedo al salir del Tribunal a un medio digital.
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La madre de la víctima señaló que el magistrado «está en lo correcto porque parece que él “es padre”, no como los otros (abogados) que anulan lo de uno, porque al principio hasta dijeron que yo no era la mamá tampoco».
La Sala Penal, circunscripción Las Segovias, está intregrada por la magistrada presidenta Hilda Rugama Zelaya, y los magistrados José Dolores Ubau Flores y Roberto José Petray.
La justicia orteguista dejó en libertad al fanático en noviembre de 2020, casi cuatro meses después del crimen. Los hechos ocurrieron el 19 de julio de ese año, cuando los fanáticos sandinistas del municipio celebraban el 41 aniversario de la revolución. El ciudadano opositor Jorge Rizo al ver pasar la caravana rojinegra frente a su casa gritó: «¡Viva Nicaragua Libre!». Este grito molestó a Pineda quien se bajó del vehículo en el que viajaba y le propinó un disparo a la altura del cuello al opositor que murió de manera instantánea.
