El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó este domingo «el mayor despliegue que se tenga de capacidades de la fuerza pública», en la ciudad de Cali, donde se han presentado mayores concentraciones de protestas desde el 28 de abril, en contra de la reforma tributaria.
En horas de la mañana, Duque llamó al dialogo y la participación de jóvenes en el proceso, después que ordenó aplicar un mayor despliegue de la fuerza, además de «las normas de restricción del parrillero» que consiste en restringir a los pasajeros de motocicletas para garantizar medidas de restricción de movilidad y «minimizar riesgos de seguridad y la ley seca, todo en virtud de cuidar a la ciudadanía en general» afirmó el mandatario.
Horas antes del anuncio que diera el gobernante, aproximadamente ocho miembros de la minga indígena resultaron heridos luego de ser atacados por personas de civil que junto a la Policía sofocaron a los ciudadanos que mantenían un bloqueo en una calle de la ciudad de Cali.
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Ante la situación, la comunidad internacional se ha pronunciado solicitando que detenga el uso de la fuerza hacía la ciudadanía que se encuentra manifestándose. Juliette de Rivero, representante de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, expresó su «grave preocupación» por los recientes acontecimientos. «Urgimos que se investigue y sancione el ataque que deja por lo menos 8 indígenas heridos, entre ellos varias mujeres lideresas y defensoras», expresó mediante redes sociales.
En su último reporte, la Defensoría del Pueblo afirma que hasta el momento hay un total de 27 fallecidos, mientras que otras organizaciones mantienen una cifra de hasta 47 fallecidos, un sinnúmero de heridos y desaparecidos entre las protestas que se han intensificado en los últimos días.
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Este lunes los lideres de las protestas y el gobierno se unirán en dialogo para intentar alcanzar acuerdos que contarán con la presencia de representantes de las Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal.