La integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Tamara Dávila, refutó las recientes declaraciones de la presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, quien aduce trabas y muchos pretextos, para concretar la unidad que pregona la oposición de cara a las elecciones del 7 de noviembre.
Dávila asegura en esta entrevista con REDACCIÓN ABIERTA que han intentado abrir canales bilaterales con la Alianza Ciudadana, es decir CxL, pero ha sido infructuoso. Los bloques opositores no han podido concretar una alianza electoral que debería estar lista en los primeros días del mes de mayo, de acuerdo al plazo dado por la Organización de Estados Americanos (OEA), para que el régimen realice reformas electorales. Aunque, por ahora, el panorama electoral es incierto y facilita la continuidad de Daniel Ortega en el poder.
“Estamos clarísimos que con división difícilmente podemos ganarle a Ortega”, dice la política de 40 años, sicóloga y feminista, quien espera más presión de parte de la población y del empresariado para forjar un diálogo entre la oposición para lograr la unidad. En todo caso, si no se logra, la Coalición Nacional se está preparando para el proceso electoral en la casilla del Partido Restauración Democrática (PRD). Este domingo incluso presentaron un acuerdo por medio del cual establecen los parámetros de selección de candidaturas.
¿Cuáles son los planes de la Coalición Nacional y UNAB para hacer posible la unidad de la oposición en mayo?
Desde la Coalición seguimos abiertos a lograrlo, aunque no es momento de tirar los guantes. Faltan más o menos 20 días, y todo día cuenta. Entonces la Coalición Nacional sigue abierta a la posibilidad de una alianza electoral entre estos dos grupos opositores.
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Lo estamos demostrando con el compromiso de las y los candidatos de la Coalición Nacional, pero también de sus estructuras y organizaciones, para que haya un proceso de consulta ciudadana vinculante que incluya no solo a los candidatos y candidatas de Coalición, sino también a los que están fuera.
Este no es un proceso de consulta ciudadana de la Coalición, sino que nosotros estamos tomando este proceso de consulta que se va a realizar. Aunque nosotros no quisiéramos, como referente, porque sabemos que ante un panorama de dictadura como el que estamos, y ante la dificultad de un diálogo entre los dos bloques de la oposición por la negativa del otro bloque, creemos que es importante tomar el pulso de la voluntad popular alrededor de una sola candidatura.
La presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad, Kitty Monterrey, manifestó recientemente que solo un milagro podría lograr la unidad con la Coalición Nacional.
Es lo que ella ha manifestado. Por parte de la Coalición, yo te puedo decir, que seguimos insistiendo que haya un diálogo alrededor de este tema. Sigue habiendo negativas, pero nosotros vamos a seguir abiertos. En el documento que firmaron las organizaciones se dice claramente que nos estamos preparando para un proceso electoral en la casilla del Partido Restauración Democrática (PRD) o en la casilla de una Alianza Electoral.
¿Cuáles son esas negativas que han tenido de ese otro bloque opositor?
Todos las conocemos, simplemente nos dicen que no. No ha habido apertura, si eso no es ningún secreto. Pero nosotros seguimos presionando para que se dé. Pero tampoco nos estamos deteniendo. Lo más importante es que la Coalición Nacional está comprometida con un proceso de selección democrática. Este es un momento decisivo para lograr unas reformas electorales que no sean de la medida que quiere Ortega. Estamos haciendo todo el cabildeo internacional posible. Seguimos abiertos a un proceso de selección democrática de candidaturas incluyentes.
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Seguimos abiertos a la posibilidad de una alianza electoral. Tenemos 20 días nada más… o un poco menos. De no lograrlo, y de tener dos candidaturas: una surgida de la Coalición y otra del otro bloque, lo que como unidad creemos es que debe haber otra consulta popular para que haya un solo liderazgo.
¿Y eso cuánto tiempo llevaría, porque sería esperar más?
La consulta popular se comienza a realizar ahora en mayo. Esperamos que los resultados de esa consulta salgan a finales de mayo. Estamos avanzando, pero ciertamente estamos con el tiempo en el cuello. El régimen lo que quiere es que ya nos demos por vencidos, que cada quien tire los guantes y diga: ´yo voy solito´. Seguimos abiertos a una alianza electoral y vamos a empujar hasta el último día para lograrlo. Que si vamos a ir o no a las elecciones, no lo estamos decidiendo en estos momentos. Eso lo vamos a decidir después de mayo.
Ustedes dicen que quieren unidad, la Alianza Ciudadana también lo manifiesta. Vos decís que hay resistencia de ese grupo opositor y Kitty Monterrey, dice que ustedes están poniendo demasiadas trabas y muchos pretextos.
Yo creo que hay suficiente evidencia pública. ¿A dónde está la traba? Yo no quisiera situarme en el terreno de hablar por el otro bloque. El otro bloque ha hablado por sí solo. La Coalición está convencida que tenemos que seguir abogando por la posibilidad de una Alianza Electoral.
¿Ustedes sienten que no han puesto ninguna traba ni pretexto para lograr esa unidad?
No solamente no lo sentimos, lo hemos dicho públicamente centenares de veces. También hemos intentado abrir canales bilaterales y no ha habido forma.
¿Cuáles han sido esos canales bilaterales?
Algunos miembros de la Unidad han intentado con miembros del otro bloque, pero no ha habido posibilidad de un diálogo. Hemos hecho intentos públicos y privados, no lo hemos logrado, pero no vamos a desistir. Ni de la posibilidad de lograr una alianza electoral, de la posibilidad de contar con un método de selección de candidaturas que sean incluyentes.
Y precisamente sobre ese tema de las candidaturas, Kitty Monterrey no ve la posibilidad que los candidatos de la Alianza Ciudadana compitan entre sí contra otros candidatos de agrupaciones políticas
Lo que te puedo decir alrededor de eso es que todas y todos somos susceptibles a la presión. Y ojalá que pensemos en Nicaragua primero. Ese fue el convenio que firmaron todos los candidatos, incluidos Juan Sebastián Chamorro. Que aquí haya candidatos que se sometan a una consulta popular y quien resulte ganador recibe el apoyo y el endoso de los demás candidatos. Ese fue el compromiso en el documento firmado. Quienes no cumplan con ese compromiso firmado, y que se ha hecho público, tendrán que rendir cuentas al pueblo.
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Eso puede decir CxL, pero la Coalición ha dicho claramente que su proceso de selección de candidaturas está amarrado a una consulta popular, y que esa consulta popular, es determinante. Y si no hay unidad, pues ya valoraremos, pero no es el momento de tirar los guantes y decir la unidad no se logró y cada quien por su lado.
Correrían en casilla del PRD
¿Cuál es ese método que van a utilizar para dejar por sentado que en realidad fue una consulta popular?
Son encuestas que van a ser realizadas en dos momentos, y tienen prestigio internacional. Los resultados muestras y demás van a ser públicos. No es una encuesta por redes sociales.
Precisamente por la experiencia y la desconfianza que hay, nosotros hemos pedido que haya un fiscal por cada uno de las organizaciones o por cada uno de los candidatos en todo el proceso. Cuando digo fiscal, no es que esta persona va a andar encuestando, sino que va a estar en el proceso de recepción de datos y análisis.
Existe alguna preocupación en la UNAB con su candidato Félix Maradiaga, quien en su momento manifestó que, si no se lograba la unidad en el mes de mayo, iba a desistir de su candidatura.
Todavía no es momento de tirar los guantes. Es decir, todavía no es momento de decir que no se ha logrado la alianza. Nuestro candidato ha sido consecuente en aceptar una consulta popular vinculante.
Si el escenario queda tal como está después de mayo, con una oposición dividida, ¿ustedes creen que todavía tienen posibilidad de ganarle a Ortega en las elecciones?
No, en absoluto. Nosotros creemos que en unidad podemos ganarle a Ortega. Por eso él está haciendo lo posible para que esa unidad no se dé, lanzando ese remedo de reformas, continuando con la represión, porque quiere que desistamos, y que cada quien se vaya por su lado, con su partido y con su gente. Quiere hacer creer que hay una competencia como si no estamos en dictadura, y como si el Frente Sandinista, Rosario Murillo y Daniel Ortega, no controlan los partidos políticos. Estamos clarísimos que con división difícilmente podemos ganarle a Ortega.
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Si no logramos la unidad, unas reformas y libertades, tenemos que decidir qué hacer, porque el panorama es más favorable para Ortega y no para la oposición.
¿Crees que la comunidad internacional no está pendiente únicamente de Ortega, sino también de la oposición?
Las presiones vienen y Ortega sabe que vienen. Por eso nosotros como UNAB hacemos todo lo posible para abrir puertas para una alianza electoral entre los dos bloques, pero también estamos haciendo todo el cabildeo necesario para que aquí haya toda la presión internacional que le molesta a Ortega. Sanciones directas para él y su familia. Claro que las estamos pidiendo.
Se ha querido vender un tinte ideológico, en el caso de la Alianza Ciudadana como la “derecha”, y tildan a la Coalición Nacional como esos grupos remanentes izquierda. ¿Qué visión tenés de esos calificativos?
Es absurdo, si esto no es de ideologías. Eso es otra vez estar en el terreno de Ortega. Una narrativa y un discurso como ese, al único que beneficia es a Ortega. Esta no es una lucha ideológica, esta es una lucha, lo hemos dicho desde el primer día, es entre democracia y dictadura.
Hay diferencias, hay distintas ideologías, hay distintos colores y sabores, de todo en la oposición y nos necesitamos todos para salir del régimen. Al régimen le conviene que esta discusión la sigamos llevando al polo ideológico porque divide. Uno de sus componentes para dividir es el factor ideológico, y es absurdo, porque aquí la lucha no es ideológica.
¿Creen que necesitan mayor presión o aporte del sector privado para acompañar la lucha cívica, las demandas que la oposición está realizando hasta este momento?
Definitivamente. Aquí necesitamos también que los empresarios ayuden a que nos unamos. Que el sector empresarial entienda que no es posible tampoco atraer inversión, crear oportunidades, ni tampoco tener empresas exitosas en este país con Ortega en el poder.
¿De qué manera puede ayudar el sector privado para unirse?
Presionarnos a todos, para que haya un diálogo entre las partes y logremos esa alianza electoral, porque necesitamos sentarnos para definir los términos de esa alianza. Si estamos de acuerdo para ir o no a las elecciones en función del panorama que tengamos. El diálogo es elemental y necesitamos ese diálogo para poder llegar a una alianza electoral, la Coalición no se ha rendido todavía. Ustedes (periodistas) son un elemento de presión, los empresarios son elementos de presión, cada ciudadano y ciudadana que sigue exigiendonos, la unidad también es un elemento de presión. Todos tenemos que sentir esa presión porque aquí nos estamos jugando la vida, nos estamos jugando la posibilidad de seguir viviendo en este país o decidir quiénes pueden irse, y quienes quieran seguir con esta dictadura. Nos estamos jugando realmente vivir después de noviembre.
Las madres de los asesinados y los miles de autoconvocados miran con decepción a la clase política opositora, porque no hay unidad. ¿Qué sucede si Ortega se queda cinco años más?
Desde la unidad el compromiso sigue siendo luchar hasta el último día, por unas reformas electorales que nos permitan salir por la vía cívica de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Por supuesto que van a culpar a toda la oposición. Tenemos que estar claros que las culpas las tienen que asumir cada actor que en función de lo que se dio o no se dio para que hubiese una unidad y salir de la dictadura. No para ser segunda fuerza.
En realidad ustedes creen que Ortega va a ceder algo con esta iniciativa de reforma que presentó en la Asamblea Nacional. ¿Qué podría hacerlo cambiar de postura?
La presión, mirá el discurso de Ortega y de Murillo. Además de la diatriba, la falta de conexión con la realidad de los trabajadores y trabajadoras en este país, con el enorme desempleo que hay, y la enorme crisis económica con la que estamos. La presión es lo único que hace ceder a Ortega. En estos tres años hemos logrado la liberación de más de 1000 presos políticos, aún tenemos más de 128. El gobierno cede ante las presiones.
¿Fue una amenaza la que dijo Rosario Murillo “o nos salvamos todos, o no se salva nadie”, esto en alusión a la presión de la comunidad internacional?
Sí claro. En cada sanción hay un profundo dolor y desprecio a las y los nicaragüenses. Eso es lo que traducen en sus discursos cada vez que salen. Y un profundo dolor cuando le tocás las bolsas.