El abogado defensor de derechos humanos Julio Montenegro informó que le fue notificada la apelación que solicitó a favor del preso político Sergio José Beteta Carrillo, originario de Managua, condenado por el Juez Séptimo de Distrito Penal de Juicio, Melvin Leopoldo Vargas a cinco años y nueve, más 300 días multas por los supuestos delitos de tráfico de drogas y portación ilegal de armas.
Sin embargo, en la misma cédula, se notificó que el fiscal orteguista Carlos Rafael Espinoza Castillo también apeló la sentencia que el judicial dictó el 23 de marzo con la pena mínima, por lo que la defensa considera que el régimen de Daniel Ortega pretende exigir la pena máxima para ensañarse en contra del opositor que el 21 de diciembre de 2020 desafió al sandinismo hondeando la bandera de Nicaragua y quemando la rojinegra del partido gobernante.
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Julio Montenegro dijo a Artículo 66 que la apelación en favor de Beteta es porque hay pruebas contundente que muestran que el opositor es inocente. «Hay un vídeo claro que muestra que mi defendido lo que ejerció fue su derecho a la protesta cívica; nunca se mostró su culpabilidad; además dijo que está listo para apelar y que estará pendiente cuando se le notifique la fecha del juicio de apelación.
«La Fiscalía no está trabajando con objetividad, casi nunca apelan un fallo, sin embargo con mi defendido lo están haciendo, con el objetivo de revocar la sentencia y conseguir que se imponga una pena por delitos que no cometió.
Podrían condenarlo a pena máxima
De fallar la justicia orteguista a favor de los demandantes, podría revertirse la sentencia e imputarle los 16 años que la Fiscalía exigió el tres de marzo de 2021, cuando fue declarado culpable de delitos comunes, que se contradice con lo que muestra un vídeo de Artículo 66, donde el joven opositor protestó en las inmediaciones de la Universidad Centroamérica (UCA).
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El proceso que Sergio Beteta ha enfrentado es calificado por el abogado Julio Montenegro como anómalo y contradictorio, ejemplo de ello fue que policías del régimen llegaron a negar que el joven portaba la bandera azul y blanco y quemara, en protesta, la bandera del partido Frente Sandinista, al contrario, aseguraron que lo único que le encontraron fue 2,340 gramos de marihuana y un arma de fuego.
A pesar de la inminente condena de la dictadura, Beteta se ha mantenido firme en sus convicciones. según el defensor Julio Montenegro, el autoconvocado gritó: «¡Viva Nicaragua Libre!» el día que fue declarado culpable y se negó a firmar el acta. Esa era la segunda ocasión que Beteta deja grabada la frase: «¡Viva Nicaragua Libre!» ante jueces sandinistas: durante la audiencia inicial realizada en su contra, el 18 de enero, el autoconvocado escribió las mismas palabras en el acta, lo que «al parecer molestó bastante a la judicial, quien agarró el acta y le llamó la atención a Beteta que “ahí no estaba en asuntos de política”, la jueza Karen Vanesa Chavarría rompió el acta y mandó a hacer otra» que el joven tampoco firmó.
Sergio Beteta es un joven opositor de 30 años, Según sus últimas declaraciones a este medio de comunicación, fue un «excomando de la UNAN-Managua», cuando en 2018 se atrincheró junto a otros universitarios en esa casa de estudios en forma de protesta. «Lo que queremos es unidad, unidad es lo que queremos», expresó el reo político antes de ser capturado por agentes policiales de la dictadura.
