En medio de las variadas expresiones de protesta en Nicaragua en conmemoración por el tercer aniversario del inicio de la rebelión de abril de 2018, familiares de víctimas de la represión del régimen Ortega-Murillo realizaron un un plantón en el atrio de la iglesia San Miguel, de Masaya, donde gritaron consignas contra la dictadura y lanzaron «chimbombas» azul y blancas que fueron esparcidas por el viento. Varios policías que asediaban el templo se dedicaron a reventarlas, lo que fue motivo de burlas y críticas.
En un afán por minimizar las muestras de rebeldía ciudadana y esforzándose por quedar bien con sus jefes, agentes policiales se dedican a asediar a opositores, a borrar las evidencias de protestas y por último, en Masaya, a correr tras los globos para reventarlos apresuradamente, lo que fue visto por los manifestantes y transeúntes como un exceso de de servilismo que raya en lo ridículo, según se escucha en los videos que circulan en redes sociales evidenciando el hecho.
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La actividad antigubernamental fue realizada este domingo 18 de abril, al finalizar una misa oficiada por el padre Edwin Román en honor a las víctimas de la represión gubernamental.
La misa del párroco Román, por ser dedicada a las víctimas de la represión, incluyó el himno nacional seguido por una serie de consignas pidiendo la libertad para los presos políticos y justicia para los asesinados.
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El padre Román llamó a la feligresía a pedirle a Dios entendimiento para comprender las sagradas escrituras y para ser testigos en Cristo en esta sociedad, que lleva a exigencias de cristianos, a no callarnos y luchar por una mejor sociedad, que se les abran el entendimiento a todos los actores políticos del país y que entiendan que es lo que quieren los nicaragüenses desde abril del 2018, que el pueblo tuvo que protestar para decir que no quiere opresores, que el pueblo está cansado de la corrupción, de crímenes de encarcelamiento. Estamos hartos de la dictadura.
«Nicaragua necesita de una clase política de valor y con valor, por todas las víctimas de la represión, por todos los asesinados, por los que están presos injustamente en espera de su libertad y por sus familias, esposas, hijos, hermanos, que vean pronto cumplidas sus demandas de justicia, por los miles de hermanos desplazados y exiliados que pronto van a regresar a su patria, a sus estudios, a sus familias», reiteró el párroco, que se ha mantenido firme denunciando los atropellos dirigidos por el Estado y sus fuerzas opresoras.