La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este miércoles, 14 de abril, que no hay datos precisos del plan de vacunación contra el COVID-19 en Nicaragua y el Gobierno tampoco ofrece condiciones seguras en los puestos donde se aplica la inyección a adultos mayores con enfermedades crónicas.
«En algunos lugares hay unas esperas prolongadas, que las personas están ubicadas más o menos cerca. Hemos observado que la mayoría en esos lugares están usando las mascarillas y consideramos que es prudente revisar, en esos lugares, las condiciones para esperar ser vacunados», expresó Ciro Ugarte, director de Emergencias Sanitarias de la OPS durante la conferencia de prensa semanal que realiza esa entidad.
Además, alertó que la organización internacional de salud pública no tiene «información precisa de las coberturas, no hay datos precisos sobre los grupos de edad y de personas por ubicación», por lo que urgen al régimen que presente la información «ampliamente», porque es una de las informaciones necesarias para la población y para poder continuar con la vacunación, «de hecho, es la aplicación del Plan Nacional de Vacunación», enfatizó Ugarte.

Sin precisar, añadió que observan que «hay pacientes con enfermedad crónica que se vacunaron con la Sputnik V y ahora continúa con la vacuna AstraZeneca de la India».
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Hasta ahora, la OPS solo conoce lo que el régimen ha manifestado públicamente. En este sentido, mencionan que la vacunación contra el COVID-19 comenzó el 6 de abril y vacunarían a más de 167 mil personas. El grupo priorizado son los mayores de 60 años con enfermedades crónicas o morbolidades y que, según el calendario de vacunación, la vacuna se aplicará en diferentes lugares del país. «Hasta ahora los reportes indican que la vacunación se está llevando con orden, el registro se hace de forma digital y las personas que se han vacunado salen satisfechas de la vacunación», manifestó el experto, quien recalca no tener mayor información por parte del régimen.

El subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, agregó que en Nicaragua tampoco se debe solicitar el test de COVID-19 como requisito para recibir la vacuna, dato que al momento se desconoce. Las personas deben respetar la estrategia de cada país al priorizar a los profesionales de salud, los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, pero «pueden y deben recibir la vacuna sin necesidad de testeo. No hay recomendación para hacer prueba de testeo antes de la vacuna para nadie», señaló.
Vacunas donadas a Nicaragua en incertidumbre
Ugarte también advirtió que las vacunas Covishield donadas a Nicaragua por medio del mecanismo COVAX de la OPS/OMS podría verse afectado, a consecuencia del incremento de casos en la India, país donde se elabora la vacuna de AstraZeneca. «La reducción de la disponibilidad de la vacuna que se produce en el Instituto (de Suero) de la India va a afectar toda la región y eso se debe a que India tiene un incremento de casos muy significativo y está priorizando la aplicación de la vacuna dentro del país, y eso limita el acceso de la vacuna para otros países como en el caso de Nicaragua que recibe esas vacunas como donación», indicó.
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A punta de donaciones, Nicaragua ha empezado la «vacunación voluntaria». El dos de marzo se inauguró con la aplicación de seis mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V donadas para pacientes con enfermedad renal de los programas de hemodiálisis, después llegó otro lote de la India de Covishield con 200 mil y posterior las 135 mil logradas por medio del mecanismo COVAX, las que fueron «guardadas» por el régimen de manera discrecional. La aplicación de la primera dosis de Covishield inició el seis de abril y se pretende finalizar el 30 del presente mes. El régimen no ha confirmado la compra de ninguna vacuna para inmunizar al resto de la población.