El seis de marzo llegará a Nicaragua una donación de la India de 200 mil dosis de vacunas contra el COVID-19. El lote corresponde vacunas Covishield, fabricada por el Serum Institute, de India, en colaboración con la Universidad de Oxford y AstraZeneca, misma que fue autorizada por este país el 4 de febrero.
Pese a que ya hay una fecha exacta de una primera entrega de inyecciones para combatir el virus, el régimen todavía no da a conocer un plan de vacunación ni detalla la cantidad recibida de Sputnik V, que son otro regalo de Rusia, ni los recursos disponibles para la compra de fármacos.
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El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) prometió continuar «defendiendo y promoviendo los derechos humanos» pese a que la dictadura Ortega-Murillo se ha apoderado de dos edificios de esa entidad, dependencias que fueron entregadas al Ministerio de Salud (Minsa), que las convirtió en una casa materna, la instalación del Cenidh en Managua, y en un centro de salud, las oficinas de Juigalpa, con lo cual el régimen intenta disfrazar el robo, denuncia el organismo.
Vilma Núñez advirtió a la pareja presidencial que «la historia no va a perdonarlos y que un día cercano, junto a sus cómplices, tendrán que rendir cuentas ante la justicia y ahí estará toda Nicaragua, contando, uno a uno, sus crímenes».
El mismo Cenidh, a través de su cuenta de Twitter, informó que la presidenta de ese organismo conversó con la primera secretaria de la Embajada de Taiwán en Managua, Eva Wei, quien desenmascaró a la vocera gubernamental Rosario Murillo, la que atribuye el financiamiento de esas dependencias de salud en edificios robadas a Taiwán.
La diplomática le detalló a Vilma Núñez que no tienen nada que ver con las casas maternas inauguradas en las instalaciones de Confidencial y del Cenidh, ya que ellos solo apoyan ese tipo de proyectos en lugares apartados de los departamentos del país. Wei sostuvo que la afirmación de la vicedictadora de Nicaragua «los asustó e impactó mucho».
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Mientras el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrāo, condenó la confiscación de facto de las oficinas del Cenidh al igual que la de otros organismos no gubernamentales y medios de comunicación independientes. Abrāo aseguró que esos montajes de la dictadura sobre terrenos robados son «el símbolo perfecto de la farsa del régimen autoritario en Nicaragua: es la acción desesperada típica de una dictadura arrinconada».
Policías orteguistas se dedicaron a reventar chimbombas azul y blanco después que estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) reactivaran las protestas contra el régimen exigiendo la libertad del preso político John Cerna, conocido como el «Tigrillo», a pocos días de cumplirse un año de su detención ilegal.
¡Eso, eso, mis revienta chimbombas!, se escucha en el video grabado por una de las manifestantes al referirse a los oficiales que en un acto desesperado se dedicaron a aplastar los globos y eliminar el papelillo con los colores de la bandera de Nicaragua que usaron los ciudadanos para demandar libertad del joven estudiante de ingeniería civil, a quien acusan de supuesta posesión y venta ilegal de drogas.
La Unión de Presas y Presos Políticos de Nicaragua informó que la hermana de Bryan Alemán, uno de los rehenes de la dictadura, denunció que el joven fue herido en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo».
Además, demandaron se les dé a conocer el estado de salud del ciudadano que está encarcelado por pronunciarse en contra de los Ortega-Murillo aunque para condenarlo a seis años de prisión lo acusaron de tráfico de drogas.