El abogado defensor de derechos humanos Julio Montenegro dijo en entrevista con Artículo 66 que la mañana de este lunes, cuatro de enero, de 2021, conoció a través del sitio web del poder judicial que el joven Sergio José Beteta Carrillo, de 30 años, originario de Managua, será llevado a juicio el 18 de este mes, acusado por la Fiscalía, por el supuesto delito de tráfico de drogas.
Montenegro, quien asumirá la defensa de Beteta, informó que el 23 de diciembre, el joven autoconvocado fue llevado ante la juez orteguista del Juzgado Noveno, Distrito Penal de Audiencia de Managua Karen Chavarría, donde se dio a conocer de la acusación en su contra.
«A Sergio Beteta Carrillo se le acusa de tráfico de estupefacientes sicotrópicos y otras sustancias controladas y portación o tenencia ilegal de armas (…) En este procesos tuvimos conocimiento que quien representó al joven fue un defensor público, y ya sabemos que usualmente no hay un tipo de alegato de incidencia de nulidad por el arresto arbitrario que él (Sergio Beteta) tuvo en su momento».
Detenido en el «Chipote»
El defensor de derechos humanos indicó que hasta el momento se tiene conocimiento que Sergio Beteta está detenido en la Dirección de Auxilio Judicial, en Mangua. «El 31 de diciembre de 2020 su mamá (Blanca Carrillo) lo visitó unos minutos, aunque no se descarta que pueda ser traslado al Sistema Penitenciario, porque ya es conocido que después de audiencia preliminar o inicial, trasladan a los ciudadanos a La Modelo».
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En cuanto al estado de salud en que se encuentra el joven autoconvocado, el defensor refirió que los familiares le informaron que no le vieron ninguna lesión a nivel externo del cuerpo, «pero eso va hacer sujeto a posteriores observaciones».
Julio Montenegro enfatizó que el hecho de que Sergio Beteta esté cautivo en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial o ser trasladado al Sistema Penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, es un caso anómalo, porque este aún no ha sido condenado. «Los ciudadanos que están detenido y su caso está en proceso, deberían estar en una situación distinta y con un trato diferente».
«Hay pruebas contundentes de la inocencia de Beteta»
En referencia a las pruebas que muestran al joven autoconvocado ondeando la bandera de Nicaragua y quemando la del partido gobernante, Frente Sandinista de Liberación Nacional, Julio Montenegro dijo que «son pruebas contundentes que demuestran que el joven lo que realizaba era una actividad de protestas y que se entiende que eso es cívico».
«Ninguna persona que se dedique a una actividad de narcotráfico o que ande arma, va estar en una vía pública esperando que lo agarren con esos elementos. El mismo preso político declaró antes que lo capturaran que lo que el pedía era unidad de la oposición».
El abogado defensor refirió que se conoce que el joven ya había comunicado a algunos de sus familiares que haría un acto de protesta y que asumiría las consecuencias por desafiar al régimen de Daniel Ortega.
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Para el próximo jueves, siete de enero, Julio Montenegro esperará que los familiares de Sergio Beteta presenten un escrito en los Juzgados de Managua para nombrarlo como abogado defensor.
Familiares desmienten acusación de la dictadura
En una reciente entrevista con un familiar del joven que desafió a la dictadura orteguista, expresó en condición de anonimato estar consternado por esta situación y afirmó no conocer de las acciones de protestas que haría Beteta y por lo que la dictadura lo incriminó en actos delictivos».
El familiar del joven autoconvocado refirió que la acusación por parte de la justicia de Ortega es falsa, porque lo único que hizo el joven autoconvocado, fue revelarse contra las políticas del régimen orteguista, ya que este es disidente del sandinismo y exmiembro de la Juventud Sandinista (JS).
«Lo que hizo Sergio (Beteta) es un acto suicida, porque lo que le espera a alguien que protesta es terrible, pudieron haberlo matado, gracias a Dios hay pruebas que demuestran que lo que hizo fue protestar (…) Yo sé que no va a salir fácilmente, pero seguiré exigiendo su libertad», expresó el familiar de Beteta.
Desafió a la dictadura
El 21 de diciembre, a las 8:15 de la mañana, las cámaras de Artículo 66 gravaron el momento en que Sergio Beteta ondeaba con firmeza la bandera de Nicaragua y a la vez quemaba la rojinegra de la dictadura orteguista, minutos después era detenido y golpeado por policías, fanáticos orteguistas y paramilitares.
Antes del arresto arbitrario, Beteta pudo decir los motivos de su protestas: «¡Libertad para los presos políticos! ¡Libertad para Nicaragua! Unidad es lo que queremos, es lo único que nos va a ayudar». Además se identificó como exalumno y «excomando» de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).

Luego de la detención arbitraria, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó las acciones represivas de la dictadura. «La CIDH recuerda que toda persona detenida debe ser presentada, sin demora, ante la autoridad competente. Además, el Estado debe informar los motivos de detención y paradero. Este deber es un mecanismo para evitar detenciones arbitrarias y garantizar el derecho de defensa».
«La CIDH denuncia el incremento en las últimas semanas de los actos de hostigamiento contra personas opositoras y defensoras de derechos humanos, así como la persistencia de detenciones arbitrarias», agregó el órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La dictadura ha arremetido con asedio, persecución y arresto arbitrario contra opositores que han decidido revelarse contra las políticas arbitrarias del gobierno de Ortega. Decenas de ciudadanos tienen casa por cárcel y otros, al igual que Sergio Beteta, Daniel Ortega les pasó factura por haberlo desafiado.