Este 2020 ha sido «oscuro» para el comisionado y subdirector general de la Policía orteguista, Ramón Avellán, considerado por la población de Masaya como el «verdugo», ejecutor de secuestros, allanamientos ilegales y torturas en contra de presos políticos que participaron en las protestas sociales de 2018.
Avellán, quien estuvo al frente del aparato represor en Masaya, fue hospitalizado el primero de junio de 2020 en el Hospital Escuela Dr. Carlos Roberto Huembes, tras presentar, según fuentes, serias complicaciones respiratorias, asociadas al COVID-19, luego de batallar por su vida, fue dado de alta el 20 del mismo mes.
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En esa ocasión se le vio en uno de los pasillos del centro hospitalario, utilizando una mascarilla y con el semblante visiblemente desgastado. Extraoficialmente, se conoció que el comisionado días atrás estuvo «deprimido y no quería comer», tras la muerte de una persona cercana a él, pero finalmente logró salir del estado delicado y poco a poco se recupera.
Asediaba iglesias y a exreos políticos
Luego de su salida del hospital, al «verdugo» de los opositores de Masaya no se le vio en las calles. Antes de ese episodio, dirigía en los asedios a exreos políticos e iglesias, a como lo hizo en noviembre de 2019, cuando junto con el actual director de la Policía de esa ciudad, Luis Barrantes, montaron un cerco policial a la iglesia San Miguel Arcángel donde estaban nueve madres de presos políticos en huelga de hambre.
Fue hasta el ocho de noviembre que Ramón Avellán reapareció por primera vez en la Plaza de la Revolución en el homenaje que cada año el gobernante Frente Sandinista le hace al fundador del partido Carlos Fonseca Amador, quien cumplía 44 años de fallecido.
Se le vio a la par del jefe de la Policía orteguista, primer comisionado Francisco Díaz. Esa vez sin mascarilla, pero con contextura delgada y rostro con estragos de la enfermedad que hasta ese momento lo había dejado fuera de circulación por más de cinco meses.
Aparece en homenaje a Policías fallecidos
Después de su rápida salida, Avellán volvió a ocultarse por más de un mes y fue hasta el jueves 10 de diciembre que apareció por segunda ocasión en el acto que la aplanadora de diputados orteguistas en la Asamblea Nacional le hicieron a policías y militantes sandinistas, por conmemorarse 72 años del Día Internacional de los Derechos Humanos. Se le vio haciendo uso de mascarillas, acompañado de otros oficiales, los cuales dieron acompañamiento a los familiares de los homenajeados.
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El comisionado Avellán se ganó el desprecio de los masayas desde que apareció en las calles de la ciudad, con pistola en mano, capturando a ciudadanos que estaban en resistencia cívica en las barricadas desde abril de 2018. A través de los medios de comunicación, Avellán se refirió a los jóvenes que se levantaron en contra de la dictadura como «drogadictos» y «delincuentes».
También lo señalan como el responsable directo por los asesinatos de 35 personas de Masaya, producto de los disparos de la Policía y paramilitares, entre el 18 de abril y el 17 de julio, cuando el orteguismo entró a Monimbó en un operativo sangriento con un fuerte arsenal y más de dos mil hombres.
Entre los muertos por la represión de Avellán, figura Marcelo Mayorga, una de las víctimas emblemáticas de la masacre gubernamental. Mayorga fue abatido de un balazo en la cabeza mientras «combatía» con una tiradora. Hasta la fecha, la familia de Mayorga sigue exigiendo justicia.
Miembro del «club de los sancionados»
El siete de noviembre de 2019, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó a Avellán. A la ficha del orteguismo lo ubican como uno de los perpetradores de violaciones de derechos humanos, ejercidas a través de estas instituciones del Estado, durante el estallido social en abril de 2018.
«La Medalla Ramón Antonio Avellán está siendo designada por ser un funcionario actual del Gobierno de Nicaragua, y por ser el Director General Adjunto de la Policía Nacional de Nicaragua (NNP), una entidad que ha cometido, o cuyos miembros han cometido, actos significativos de violencia o derechos humanos, abuso contra personas asociadas con las protestas que comenzaron el 18 de abril de 2018».
Entre los opositores que han demostrado desprecio al sancionado subdirector de la Policía, está exreo político de Masaya Cristhian Fajardo, quien en entrevista con Artículo 66 expresó después de la muerte del que fuera alcalde de la ciudad Orlando Orlando Noguera, que «no me alegro de la muerte de Noguera, pero si me daría mucho gusto y celebraría si fallece Avellán, porque es el responsable de muchas muertes, de mi detención ilegal y de que hoy esté en el exilio (en Estados Unidos). A Masaya no se le olvida los crímenes de lesa humanidad que cometió».
Como ser humano uno no le desea la muerte a Nadie, pero estos esbirros se merecen lo peor. Y peor para sus Genocidas jefes.