La Dirección de Armas, Explosivos y Municiones (DAEM), de la Policía orteguista de Masaya, concedió 14 permisos para vender pólvora, igual número que en el 2018, dejando a un lado a comerciantes que son opositores a la dictadura de Daniel Ortega. La alcaldesa orteguista Janina Noguera, el director de la delegación policial de esa ciudad, comisionado Luis Barrantes, y miembros de la Dirección de Bomberos, dieron por inaugurada la feria de ventas de pólvora.
A diferencia del año pasado, que las ventas iniciaron en el mes de diciembre, este 2020 las autoridades adelantaron una semana la instalación de estos puestos, ubicando los tramos en el costado norte de la calle San Carlos, en Masaya, contiguo al sector conocido como Jardines de la Barranca.
Según Janina Noguera, los comerciantes cumplen con los requisitos establecidos para poder laborar. «Los 14 tramos están capacitados por la comisión institucional que se formó entre la Policía, el Ministerio de Salud, la alcaldía y los bomberos».
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Como si fuese ley, todos los tramos instalados lucen con propaganda afín al gobierno. Un equipo de Artículo 66 llegó a los puestos para saber cómo ha sido la demanda de la población, pero los vendedores se mostraron esquivos. «Es prohibido dar entrevista», expresó uno de los comerciantes de pólvora, quien fue respaldado por otra vendedora impidiendo el trabajo periodístico.
Solo para fanáticos orteguistas
El exreo político y fabricante de pólvora Lázaro García, conocido como «Julián el Monimboseño», quien desde el 2018 tiene suspendida la licencia para fabricar fuegos artificiales, criticó las acciones del régimen de Ortega que solamente permite a sus fanáticos poder vender y fabricar pólvora, dejando a un lado a otros emprendedores que no comulgan con su dictadura.
«Lo que hacen estos señores (Daniel Ortega y Rosario Murillo) es una acción represiva, solo porque muchos no pensamos igual que ellos no nos permiten trabajar (…) Existe un parcialismo en dodo los ámbitos, donde lo único que recetan es cárcel y discriminación».

Por su parte, la exrea política Ruth Matute, esposa del artesano de pólvora y preso político Danny García, reprochó la prohibición que cargan desde hace tres años. «Los únicos que tienen derecho de vender y fabricar pólvora es la pacotilla del Frente Sandinista; esto es una violación a los derechos de los nicaragüenses, esta dictadura se ha encargado de excluir a todos los que no opinamos igual que ellos . Los opositores nos hemos visto obligado a realizar otras formas de trabajo para poder sobrevivir».
Sin medidas de seguridad ante el COVID-19
En la actividad que en los últimos años se ha vuelto partidaria, las autoridades edilicias y policiales no promovieron el distanciamiento social, mucho menos hicieron uso de mascarillas y alcohol gel para evitar brotes de contagio del COVID-19, pese a que en la ciudad de Masaya hubo decenas de fallecidos a causa de la pandemia mundial.

Aunque persiste la alarma mundial de una segunda ola de contagios y que ya se está presentado en diferentes países, la dictadura orteguista sigue promoviendo actividades donde no se prioriza la salud de los ciudadanos ni se hace conciencia para protegerse.
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Antes de la crisis social del 2018, donde Masaya fue asediada y reprimida por paramilitares y policías, la libertad para vender pólvora era mayor, sin embargo en el 2019 y 2020, la dictadura dejó sin empleo a más de 20 personas que se dedicaban a este negocio, a los cuales se les ha acusado de terrorismo por haber participado en las protestas en contra de Daniel Ortega y Rosario Murillo.