Los huracanes de categoría mayor, Eta y Iota, que azotaron Nicaragua en menos de un mes dejaron al menos 23 personas fallecidas, unas 70 mil familias sin agua y más de 10 mil viviendas afectadas, así como cuantiosos daños en el sector agropecuario, señala el informe preliminar del Centro Humboldt, dado a conocer el lunes, 23 de noviembre.
De acuerdo con el monitoreo de medios de comunicación, así como el reporte de comunitarios y miembros de la Red de Observación Climática Comunitaria (ROCC) del Centro Humboldt, el huracán Iota dejó 21 pérdidas humanas y el Eta, dos víctimas mortales.
«Esta es la primera vez en la historia de Nicaragua, desde que se lleva registros que dos huracanes de categoría mayor impactan en menos de un mes, casi con la misma trayectoria, lo que ha dejado en evidencia la vulnerabilidad del país, ante estos fenómenos», resaltan los expertos.

Como resultado de las afectaciones del huracán Iota, a nivel nacional según los medios de comunicación se reportan 21 personas fallecidas como resultado de inundaciones, deslaves y derrumbes, 70 mil familias sin agua potable, aproximadamente 1,890 casas destruidas y 8,030 casas con daños parciales, otra de las afectaciones fueron los severos estragos en 297 comunidades indígenas y en 17 áreas protegidas.
«De los dos huracanes, Iota ha sido el más devastador, sin embargo, ambos han evidenciado aún más los riesgos en los sistemas de producción, así como la vulnerabilidad y las condiciones en las que habitan los pueblos indígenas y afrodescendientes», recalca el informe.
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En las comunidades del municipio de Bilwi, Prinzapolka y el Triángulo Minero se reportaron pérdidas promedio de un 90% en los cultivos de arroz, frijoles, musáceas y tubérculos, entre otros. De igual manera, se dieron pérdidas en animales (ganadería menor y ganado) particularmente en las comunidades del territorio de Tasba Pri del municipio de Bilwi, indica.
Los ciclones dejaron acumulados de lluvia que superaron los 1,000 milímetros en la zona de impacto entre Prinzapolka y Bilwi, Caribe Norte, en el periodo comprendido del 1 al 18 de noviembre. Solo en el Triángulo Minero, en 18 días cayó el 37 por ciento de lo que debería caer en todo el periodo lluvioso (mayo-octubre) en comparación con la norma histórica.

Para la región Norte y Pacífico Sur los grandes acumulados de lluvia se dieron en los municipios de Diriamba (679.1 mm), Rivas (553.7 mm) y Jinotega con 448.3 mm, «lo que significa que en promedio para estos municipios cayó en 18 días aproximadamente la mitad de lo que debería de llover en todo el periodo lluvioso (mayo-octubre)».
Los expertos señalan que los eventos sobrepasaron las capacidades de respuesta de emergencia del Gobierno y la población; asismismo, el manejo de la respuesta humanitaria se vio limitada por el régimen, dado que manejó la emergencia de manera centralizada. La emergencia también evidenció que la respuesta humanitaria de diversos organismos nacionales e internacionales se ha visto limitada, debido a pocos niveles de confianza en la gobernabilidad del país. El ojo del huracán Eta tocó tierra el martes 03 de noviembre y el de Iota tocó tierra el lunes 16 de noviembre.
