Una embarcación con 24 migrantes extranjero y dos nicaragüense fue capturada por efectivos de la Fuera Naval de Ejército de Nicaragua (EN) en aguas jurisdiccionales nicaragüenses, según una nota de prensa que hizo pública el Distrito Naval del Pacífico (DNP), de las fuerzas armadas.
De acuerdo con la nota número 127/2020 del DNP, la pequeña embarcación de matrícula nicaragüense era tripulada por dos nacionales y en ella iban abordo 24 extranjeros, presumiblemente en tránsito hacia el norte del continente.
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«El Ejército de Nicaragua, (…) a través del Distrito Naval Pacífico de la Fuerza Naval, el 20 de noviembre de 2020, durante patrulla naval y línea de vigilancia en nuestros espacios marítimos, retuvieron una embarcación de nombre Lucero de la Mañana, con 2 tripulantes de nacionalidad nicaragüense y 24 migrantes ilegales abordo, quienes ingresaron al país de manera ilegal por la vía marítima, procedentes de la República de Costa Rica», indica la nota de presa militar.
El Ejército asegura que los migrantes fueron capturados a ocho millas náuticas al oeste de la bahía de San Juan del Sur, en el departamento de Rivas, los que fueron entregados a las autoridades de Migración y Extranjería.
Los dos nicaragüenses capturados tripulando la embarcación son Ernesto Geovany Aguirre, de 38 años, y Juan Manuel Parrales Flores, de 20, ambos originarios del municipio de Casares, departamento de Carazo.
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En el caso de los migrantes ilegales, 20 provienen de Haití, tres son de Venezuela y uno es de Costa Rica. Entre los migrantes extranjeros hay 7 menores de edad.
El anuncio de la captura de migrantes en aguas nacionales fronterizas con Costa Rica, se da en medio de la controversia que suscitó el informe de una investigación conducida por la Fundación Arias para la Paz y los Derecho Humanos, de Costa Rica, donde se señala que efectivos del Ejercito de Nicaragua y de la Fuerza Pública de ese país del sur, se habrían visto involucrados en actividades de tráfico de migrantes o «coyotaje». El ejercito de Nicaragua respondió crudamente a esos señalamientos y acusó a los investigadores de la Fundación Arias de estar involucrados en actividades de acoso sexual, narcotráfico, crimen organizado y trafico de armas.
