En su monólogo vespertino, Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua y vocera gubernamental, volvió a culpar a los opositores a su régimen por «acabar con la paz» en el contexto de las protestas cívicas iniciadas en abril de 2018, cuando la dictadura pretendía imponer unas reformas a la seguridad social con las que restaría un cinco por ciento a las pensiones ya raquíticas de los adultos mayores.
Su discurso contradictorio continuó. Mientras insistía en que en Nicaragua «brilla la paz, la fe y el bien y que siempre sale el sol» prosiguió con su epítetos contra los ciudadanos que ella considera «innobles, terroristas e impresentables», a los que asegura «arrinconaron» tras su intento de desbancar a la administración de turno.
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«Seguimos fortaleciendo la paz, el trabajo, la estabilidad, la seguridad, el estudio, el bienestar que nos quisieron interrumpir en el 2018 funesto, nefasto, de odio, de maldición, pero la grandeza de espíritu, la nobleza del pueblo nicaragüense supo transitar esos tiempos innobles, impresentables e ir arrinconando a los innobles e impresentables, porque no representan el corazón nicaragüense, (ni a) las familias y (ni a) la gran familia nicaragüense; de ninguna manera. Eso fue odio, maldición, terrorismo, pero se acabó, lo acabamos entre todos y cómo lo hicimos, con bien, con cariño y siempre mostrando la capacidad de ir adelante», recalcó la vicedictadora.
En su extraña forma de mostrar «amor al pueblo», la sancionada por Estados Unidos atacó a sus adversarios remojándoles la supuesta quema de bienes del Estado en el marco de las manifestaciones. «Estaban quemándonos las ambulancias y nosotros ahí estábamos fumigando. En Masaya, fumigábamos para que no cundiera las pestes, todas las epidemias posibles. Y estaban quemando todas las instalaciones, destruyendo carreteras, puentes y seguimos hoy con la fuerza que nos da Dios haciendo caminos, calles, carreteras, puentes».
Esa fumigación que refiere Murillo corresponde con denuncias que hicieron ciudadanos de Masaya que mencionaron que como medida de presión estaban enviando avionetas desde las cuales se dejaban caer gases, con los cuales los estaban intoxicando. Esa ciudad fue una de las que más sufrió la represión dirigida por el Estado, con un saldo de más de 30 muertos. El régimen se ensañó con los pobladores de esa zona a través de su «Operación Limpieza», con la que policías en conjunto con paramilitares levantaron los tranques a punta de balas.
Según la portavoz, su gobierno seguirá trabajando por «crear una Nicaragua libre de odio. Allá los pobres, son muy poquitos, intoxicados, ciegos, oxidados de corazón». Además, expresó que ellos se esfuerzan por demostrar su «amor al prójimo como militantes y guerreros del amor».
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Murillo siguió con su discurso reiterativo de que ellos «construyen. Otros nos quisieron destruir, pero aquí el contraste es bien marcado. Con odio nunca más. El pueblo nicaragüense está claro de a dónde está el amor cristiano. Terrorismo nunca más, crímenes de odio nunca más, humillaciones nunca más y este pueblo sabe dónde está la paz»
Más adelante, insistió en su demanda de «respeto», aunque es ella una de las principales figuras que promueve la división y se encarga de atacar a quienes no siguen su línea. «El pueblo sabe distinguir entre la concordia y la discordia, la paz y el conflicto permanente como agenda destructiva para pretender ganar lo que no puede ganar nunca el odio, el odio no gana, el odio intoxica, el odio envenena, el odio mata».
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En su telefónico de 39 minutos, Murillo volvió a decir que «los hermanos que murieron en las minas no tuvo eso nada que ver con el huracán, el huracán todavía estaba en el océano, fue un accidente de los que desgraciadamente son frecuentes en la minería artesanal». El gobierno se ha encargado de negar esas muertes, e inclusive Daniel Ortega en su aparición del nueve de noviembre repitió esas líneas mientras se las dictaba la vicedictadora en cadena con sus medios de propaganda durante el aniversario de muerte del fundador del FSLN Carlos Fonseca Amador.
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Por otro lado, El Centro Humboldt – Nicaragua informó que el Centro Nacional de Huracanes emitió nuevo aviso de posible formación de Ciclón Tropical en el Caribe Central, con un 20% de probabilidad en los próximos cinco días. Según el ingeniero Agustín Moreira, es una onda tropical que viene adelante de las Antillas memores y que durante su desarrollo puede convertirse en una depresión tropical, pero la segunda al mando mencionó que ese «fenómeno todavía no se define», pero que mantienen las alertas, al tiempo que sacó a relucir el santoral, las fiestas patronales que se aproximan
Para la historia de Nicaragua: una muestra de como la codicia y el egoísmo de quienes gobiernan animan la exclusión y el sectarismo. El poder y la riqueza enferman y corrompen. Las consecuencias terribles afectan a toda la sociedad nicaragüense.