La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, no para con sus ataques a la oposición del país. Esta vez, usó su monólogo de este miércoles, 28 de octubre, para anunciar que su régimen entregará un millón 200 mil juguetes en temporada de Navidad, actividad de la que dijo estarán dando detalles más adelante y para continuar ensalzando los programas de su administración en salud, infraestructura y educación.
Sin embargo, su foco principal se centró nuevamente en una embestida contra sus adversarios, a quienes en sus más recientes intervenciones se ha encargado de bautizarlos como «cinco bollos» y a los que además atribuyó que imponen un «terrorismo mediático».
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«Seguimos pidiéndole a Dios que ilumine las mentes y abra los corazones para que salgamos todos juntos, toda Nicaragua, de la inequidad. Lo que hemos vivido en los dos últimos años (de 2018 a la fecha) es inequidad, maldad, perversión, los cinco bollos, decimos nosotros, esas monedas chiquitas que la gente decía no valen nada, el rescoldo, el chingaste, la sobra, ahora son un montón de sobritas, un montón digo, dos, tres sobritas. Los cinco bollos de maldad que no pueden darse el lujo de engañar a nadie», descalificó Murillo.
Poco a poco, la vicedictadora fue subiendo de tono al punto de escucharse colérica para seguir con sus improperios. «Unos cuantos seres ruines que los vemos empeñándose en difamar, en mentir, en engañar, pero las mentiras tienen patitas ínfimas, cortas; así se van cayendo uno a uno los castillos de naipes que levantan los cinco bollos (…) Los vimos levantando las manos (en el Diálogo Nacional), diciendo no se quiten los tranques. A los rostros desfigurados por el odio y la maldad. Nunca más esa violencia para los que pagaron para que trancaran, asesinaran, para que miles de campesinos se les pudrieran los productos para que no pudieran pasar, esa maldad, nunca más; esa violencia, nunca más. ¿Cómo se atreven a hablar de progreso?», reiteró.


La sancionada por Estados Unidos insiste en culpar a los opositores por los tranques que se dieron en el contexto de la crisis sociopolítica, pero no refiere la Operación Limpieza impulsada desde El Carmen para levantar las barricadas y a los manifestantes a punta de fusiles AK, actos dirigidos por policías y paramilitares. Bajo su lema: ¡No pudieron, ni podrán! , la primera dama se encargó de insistir en un supuesto contraste entre los que construyen y los que según ella destruyen.
Reducción del COVID-19
Además, Murillo hizo alarde de la supuesta reducción de casos de COVID-19, lo que afirmó fue confirmado por la Asociación Latinoamericana de Turismo, hecho que también aprovechó para enfrentarse con sus adversarios. «Esta mención que se hace de la realidad versus las calumnias, del terrorismo mediático de los mismos cinco bollos en sus cuatro capítulos sin valor, esas calumnias. Ahí está la confirmación de la realidad que además se ve, se siente se vive en Nicaragua». aunque tampoco descartó «que mañana haya otras realidades».
Al régimen se le cuestiona por ocultar las cifras de coronavirus, cuestionamientos que también les ha expresado la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La dictadura desde el 18 de marzo a la fecha solo asume 156 decesos y los casos confirmados superan los 5,500, números que están muy por debajo de los del Observatorio Ciudadano COVID-19 que eleva las muertes en más de 2,700 y los pacientes sospechosos suman más de 10,000.
Vieja bruja esta loca