El secretario de Estado de la administración de Donald Trump, Mike Pompeo, envió un mensaje claro y conciso a las naciones miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el que afirma que es compromiso de ese organismo regional lograr el restablecimiento de la democracia en Nicaragua, en alusión a las violaciones a los derechos humanos dirigidas por la administración de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además, Pompeo recordó a los participantes de la Asamblea General de la OEA que las demandas de democracia y libertad expresadas en las calles con protestas pacíficas han sido contestadas por la dictadura con «balas, con represión y cárcel».
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El representante de la diplomacia norteamericana envió ese mensaje a través de su cuenta de Twitter. «En abril 2018, el pueblo de Nicaragua se levantó pacíficamente para exigir un cambio. Esas demandas de libertad y transparencia fueron contestadas con balas, opresión y encarcelaciones injustas. Restaurar la democracia en Nicaragua es una prioridad en la Asamblea de la OEA esta semana», recalcó.
In April 2018, the people of Nicaragua rose up peacefully to call for change. Those calls for freedom and transparency were answered by bullets, oppression, and unjust imprisonment. Restoring democracy to Nicaragua remains a top priority at this week's #OASAssembly.
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) October 20, 2020
Delegados de países miembros de la OEA han expresado su apoyo a las demandas de la oposición de Nicaragua, entre las que incluyen la petición de que presionen para que cese la represión en Nicaragua y que el organismo ponga plazo a la excarcelación de los presos políticos y a las reformas electorales a más tardar en mayo de 2021.
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El cónclave americano sesionará lo días 20 y 21 y al final se espera que haya una resolución que ponga contra la pared al dictador Ortega. El jefe de la dictadura, Daniel Ortega, apenas una noche antes de dar inicio la Asamblea General de la OEA, atacó al organismo tildándolo de ser un organismo al servicio de los intereses de los Estados Unidos, y al final del acto del 41 aniversario de fundación del Ministerio de Gobernación, su esposa y segunda jefa de la dictadura, Rosario Murillo fue más despectiva al referirse a la OEA y la llamó «organismo verdugo de los pueblos latinoamericanos y caribeños» y «organismo sacrílego, demoníaco, satánico».
