El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa aislado del mundo al fracasar, una vez más, en su intento de solapar la grave situación de violaciones a los derechos humanos que se vive en Nicaragua, tema que será abordado en la 50 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebra este martes 20 y miércoles 21 de octubre. La decisión se tomó pese a la oposición a la solicitud expresada por el régimen.
Durante la introducción de la reunión anual del organismo, el canciller de la dictadura, Denis Moncada Colindres, rechazó «de manera firme y categórica la introducción en el Capítulo III del Proyecto Preliminar de Temario para el quincuagésimo período ordinario de sesiones de la Asamblea General de los temas “La situación en Nicaragua” y “La situación en la República Bolivariana de Venezuela”, por ser de naturaleza injerencista y violatoria de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, de la naturaleza y los propósitos de la Carta de la OEA y los principios del derecho internacional».
En su repetitivo discurso, el canciller indicó que «ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo en los asuntos internos o externos de cualquier otro» y arremetió contra los países que propusieron el tema ante el organismo, los que según Moncada, pretenden «utilizar a otros países para desviar el foco de la presión y del desastre sanitario, económico, político y social, que padecen los países copatrocinadores de estas propuestas».


Las misiones permanentes de Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Paraguay y Estados Unidos que forman parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) solicitaron en agosto, al secretario general de ese organismo, Luis Almagro, incluir el tema de «la situación de Nicaragua», en la sesión de la asamblea general que se lleva a cabo en la sede Washington, D.C, pero esta vez de forma virtual.
Los estados miembros recalcaron la importancia de incluir en la agenda de la OEA, la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, porque concuerda «con las actividades que realiza el Grupo de Trabajo sobre Nicaragua, la Comisión de Alto Nivel de la OEA sobre Nicaragua y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sus continuos informes».
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El ministro Moncada catalogó de «bochornoso y descarado» el abordaje de la situación de Nicaragua y de su aliado, Venezuela, porque «constituye una agresión y un acto inamistoso en contra de la República de Nicaragua, quien no ha solicitado este tema y la República Bolivariana de Venezuela, país que hace mucho tiempo ya no pertenece más a la OEA».
La preocupación central de los debates debe ser la seguridad sanitaria «en vez de venir a discutir medidas de desestabilización y agresión en contra de la soberanía y el derecho a la autodeterminación de los gobiernos de Nicaragua y Venezuela», manifestó Moncada.
Ante su imposibilitado objetivo, Moncada en representación del régimen, reiteró «su rechazo y desconocimiento a la introducción de estos temas» en la reunión. Pese a la indisposición, el tema será abordado con el título «El restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos de Nicaragua, mediante elecciones libres y justas», propuesto por Canadá, Colombia, Chile, Venezuela, Paraguay y Estados Unidos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien encabeza la delegación estadounidense, señaló en un tuit publicado la noche del lunes, 19 de octubre, que «en abril de 2018, el pueblo de Nicaragua se levantó pacíficamente para pedir un cambio. Esos llamados a la libertad y transparencia fueron respondidos con balas, opresión y encarcelamientos injustos. Restaurar la democracia en Nicaragua sigue siendo una prioridad máxima de la Asamblea General de la OEA».
Tras su intento fallido, Moncada tomó la palabra nuevamente para «expresarle a la Asamblea que dado que hay una tendencia en la OEA, de utilizar la organización como un instrumento de actuación injerencista con Nicaragua y de realmente mentir y utilizar situaciones tergiversadas, falsa información y noticias para elaborar proyectos encaminados a desestabilizar al gobierno constitucional y legítimo. Toda declaración que esté dirigida en esa dirección, Nicaragua no la acepta y rechaza».
Es una práctica constante d los dictadores asesinos ladrones mentir, negar la realidad, y culpar al imperio d todo. Las mentiras y descalificativos contra quienes se les oponen son una práctica diaria d quien dió la orden d ir con todo contra gente desarmada. Ni sus propios batracios creen ese cuento. Me gustaría q el moclimandante y la bruja respondieran a preguntas d periodistas d verdad, q respondieran a la nación. Y lo más vergonzoso es q el canciller repite el mismo discurso ante el mundo, como q con negar la realidad y mentir quedan limpios, es una mentalidad diabólica, triste y vergonzosa