Gustavo Adolfo Mercado Ríos, tercer concejal de Masaya por el partido Liberal Constitucionalista (PLC), denunció ser víctima de asedio y persecución por fanáticos del régimen de Daniel Ortega. Según el político, el hostigamiento en su contra arreció luego que el domingo, 11 de octubre, prestó uno de sus locales a miembros de la Coalición Nacional, donde se reunieron con representantes de esa ciudad para conformar el Comité Departamental. Algunos opositores que participaron en el encuentro fueron víctimas de asedio por grupos progubernamentales.
«Desde hace una semana, camionetas de civil y patrullas de la Policía se estacionan a las afueras de mi negocio, un bar restaurante de nombre «Bar Lebistro», ubicado en calle San Carlos, en Masaya. No solo se estacionan por varias horas, sino que cuando salgo a realizar alguna diligencia me siguen motorizados, camionetas de civil o alguna patrulla de la Policía».
Mercado agregó que «no es ninguna casualidad o idea mía de creer que me andan siguiendo, porque cuando salgo me persiguen y cuando regreso vienen tras de mí», denunció el político y microempresario, que aduce que esta maniobra de la dictadura de Daniel Ortega ha ocasionado que la clientela esté disminuyendo debido al temor que ocurra una situación similar a la del 11 de octubre, donde la periodista Verónica Chávez fue víctima de las turbas del régimen.
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El oposiroe afirmó que el objetivo de la dictadura de Daniel Ortega es que los microempresarios fracasen, únicamente por no estar de acuerdo con las políticas del partido de gobierno Frente Sandinista. «Nos quieren llevar a la quiebra por no alinearnos la políticas que el gobierno nos quiere imponer. Si la represalia es por haber prestado mi local a opositores, creo que estoy en mi derecho de hacer lo que yo quiera, porque esto es mío».
Además, el político de 44 años refirió que la dictadura «tiene temor a los líderes que se están organizando para hacerle frente a Daniel Ortega. Te digo que no es cualquiera el que desafía a ellos (al Gobierno) en estos tiempos, porque si lo hacen, inmediatamente está la represión, el encarcelamiento y el asedio a los locales que únicamente prestamos un servicio a quienes lo necesitan».
Secuestrado, allanamiento y amenazas de muerte
El concejal ha sido víctima de la presión ejecutada por la dictadura de Daniel Ortega. En junio de de 2018, luego de la primera fase del «plan limpieza en Masaya», un fuerte contingente de la Policía, dirigidos por Ramón Avellán, comisionado y ahora subdirector de la institución policial, lo detuvieron sin ninguna orden judicial y además allanaron su local.
«En esa ocasión se llevaron todos los licores, más de 100 mil córdobas, platos y alimentos. Me sacaron como un delincuente y me tuvieron cinco días preso sin ninguna justificación, porque el ser opositor no es ningún delito. Lo peor es que no me regresaron nada de lo que me robaron», denunció Gustavo Mercado.

El 16 de octubre del mismo año, el concejal liberal fue nuevamente víctima de agresión verbal y amenazas de muerte con armas de fuego por parte de fanáticos del partido de gobierno, cuando este se encontraba en el bar y restaurante “Las tejas”, ubicado a tres cuadras de la delegación policial de Masaya.
«Después de asistir a una sesión municipal, fui a cenar en compañía de dos amigos. A las 12:10 de la madrugada, cuando nos disponíamos a salir, dos sujetos que se encontraban en el mismo lugar, comenzaron a vociferar palabras soeces y amenazarme de muerte: «Así como estás subiendo, de igual forma vas a caer», me dijeron. Luego salieron del lugar, sacaron armas de fuego y comenzaron a hacer detonaciones al aire, exigiendo al administrador que me sacaran del local, porque iban a arreglar cuentas conmigo, además amenazaron al dueño, porque ellos querían que me responsabilizaran por las detonaciones del arma».
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Mercado afirmó que teme por su vida y responsabilizó de manera directa a los simpatizantes orteguistas y a la Policía si llega a sufrir cualquier atentado, también teme por su negocio, el cual es asediado constantemente.
“Temo por mi local y por mis trabajadores, porque nosotros no tenemos armas, somos personas de bien, que queremos superarnos, pero sé que Dios nos guarda y nos guardará de cualquier agresión de las turbas, porque el ser opositor a este gobierno no es ningún delito, mas bien es algo digno, porque eso significa que tenemos libre pensamiento», concluyó.