El sector de bienes raíces registra una caída que supera el 50 por ciento en sus ventas en los primeros seis meses de 2020, indica el más reciente informe de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
El primer caso positivo de COVID- 19 confirmado el 18 de marzo de 2020 afectó a este sector que ya venía con una tendencia a la baja. Ante la alarma mundial, la población decidió no mostrar sus propiedades por temor al contagio y la paralización de los viajes internacionales hizo que posibles clientes no entraran a Nicaragua.
Esta crisis sanitaria que se sumó al escenario sociopolítico y económico del país provocó la caída del 55 por ciento en las ventas del sector de bienes raíces, según el informe «Situación y perspectivas del sector comercio y servicios» realizado por del Funides en coordinación con la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN).
«Es lógica la caída, porque vamos por casi tercer año de recesión económica. Entonces, lógicamente las personas tienen que priorizar entre bienes de consumo y bienes de capital. El inversionista va a tomar la decisión de comprar o no comprar dependiendo de las condiciones», explicó el economista Luis Murillo.
La investigación agrega que la crisis obligó al ahorro, lo que conllevó que los clientes prefirieran rentar propiedades más pequeñas y en algunos casos convivir con familiares.


La situación se mantiene, pese a que la ciudadanía comienza a movilizarse. El temor de contagio sumado a problemas de institucionalidad y ahora seguridad pública proyectan un escenario negativo que podría repetir ese otro 55 por ciento de pérdidas en ventas en el segundo semestre del año.
A juicio de Murillo, aunque el precio de las propiedades han bajado, «en este momento muy difícilmente el inversionista externo o la persona que tiene recursos a nivel interno va a invertir en bienes raíces».
Noticias relacionadas: Pandemia y la dictadura afectan al sector comercio de Nicaragua
El economista agrega que «en Nicaragua el panorama no ha visto mejoras. Muchas personas han perdido el empleo. Muchas personas que tenían compromisos con esos activos no los pueden pagar y aquellos que habían invertido quieren invertir en otro país». Esa apreciación de Murillo también contenta que actualmente la inversión en propiedades no es rentable a las puertas de unas elecciones en 2021.
Al respecto, el informe de Funides destaca que hay un aumento en incertidumbre política por parte del sector, además del temor a una baja en el acceso a financiamiento para compra de propiedades y la continuación de la crisis del COVID-19.