El informe preliminar de datos sobre pruebas de COVID-19 en Nicaragua, presentada por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), arrojó que el gobierno de Daniel Ortega a través del Ministerio de Salud (Minsa) ha realizado desde el 28 de febrero al 24 de julio, un total de 17,284 pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa con Retro-Transcriptasa (RT-PCR), de las cuales el 56%, es decir 9,683 dieron positivos a coronavirus.
De acuerdo a la información, el estudio lo realizó un grupo de médicos en el exterior, entre ellos el epidemiólogo Álvaro Ramírez, tras una filtración que publicó la organización “Anonymous” sobre una base de datos relacionados a las pruebas COVID-19. «Después de verificar la veracidad y pertinencia de dicha información. Hoy podemos confirmar categóricamente que son datos oficiales no revelados por el contexto de una emergencia de salud pública», dice parte del informe.
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En una conferencia de prensa el doctor Ramírez informó que se envió la información obtenida a la Organización Panamericana de la Salud (OPS). «Hoy podemos confirmar categóricamente que son datos oficiales no revelados por el gobierno en el contexto de la emergencia sanitaria de importancia internacional. En cumplimiento con el reglamento sanitario internacional la OPS debe de buscar y analizar cualquier información que permita hacer el análisis adecuado de la situación de salud pública de importancia internacional», indicó el experto.
La dictadura le ha mentido una vez más al pueblo nicaragüense. Desde el inicio de la pandemia el Minsa realizó pruebas en todo el país y los ocultó. Para el 24 de julio decían que habían 3439 casos cuando en sus pruebas tenían 9683. Esto expuso criminalmente personas al peligro. pic.twitter.com/8hAI1VzzqN
— Juan Sebastián Chamorro (@Jschamorrog) August 19, 2020
También mencionó que los grandes hallazgos que la revisión cuidadosa y minuciosa les permitió identificar la distribución por grupos, edades y sexo de resultados positivos en Nicaragua, un dato epidemilógico que el Minsa ha negado entregar a organismos internacionales sanitarios, además del «COVID-19 en recién nacidos y menores de edad en el país».
En ese sentido, el informe detalla que hasta el 24 de julio se reportaron 23 niños menores de un año que presentaron síntomas por COVID-19, y que el Minsa realizó 1,300 muestras semanales.
Asimismo, denunció que «la falta de datos oficiales y transparentes sobre la pandemia de COVID-19 es una necesidad para la población nicaragüense, así como múltiples organismos internacionales. En reiteradas ocasiones la OPS/OMS ha requerido al gobierno de Nicaragua la presentación más detallada de la evolución de la pandemia de COVID-19».
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Hasta el martes, 18 de agosto, el Minsa reconoció oficialmente que en el país hay un total de 4,311 casos confirmados, 133 fallecidos y 3, 211 recuperados, cifras que se muestran abismales con las que el Observatorio Ciudadano COVID-19 reportó hasta el 12 de agosto. El informe del equipo multidisciplinario señala que hay un “acumulado de 9,646 casos sospechosos verificados por el Observatorio en todos los departamentos y regiones autónomas”. En la última semana, el organismo registró 178 nuevos casos de coronavirus y 2,626 muertes, de las cuales, 139 están relacionadas a neumonía y 2,487 a COVID-19.
Finalmente el informe presenta la distribución de casos positivos de COVID-19 en los departamentos del país, en el que Managua se coloca en la zona más afectado con 4,238 contagios, seguido de Masaya con 757, Chinandega con 711, León con 509.
