Las investigaciones realizadas por la Policía orteguista determinaron que el incendio en la capilla de la Sangre de Cristo fue producto de una acumulación de vapores de alcohol «que al mezclarse con el aire caliente produjo el fuego». Con estas conclusiones, la institución descarta mano criminal, pese a que testigos afirman que un sujeto de identidad desconocida lanzó una bomba molotov.
«Se descarta que el incendio se haya originado por explosión. No se encontró ningún artefacto explosivo, industrial o artesanal, ni fragmentos de vidrio, metal o papel, comúnmente denominado como bomba molotov o bomba de contacto», manifestó a través de los medios oficialistas el comisionado general Jaime Vanegas.
La institución represiva detalla que los vapores de alcohol que tenían una concentración de 96 por ciento en el interior de la capilla, alcanzó el techo del templo y al mezclarse con el aire caliente, a una temperatura de 36.1 °C, se produjo el incendio. Por otro lado, insiste que en el lugar había una veladora a una distancia de unos 70 centímetros de la cúpula de plástico que cubría la imagen de la Sangre de Cristo.
Noticia relacionada: Iglesia católica de Nicaragua se prepara para restaurar capilla de la Sangre de Cristo
«El fuego producido se propagó en el ambiente, incendiando las alfombras, vestimenta de la Sangre de Cristo , cúpula de plástico. Todos estos materiales susceptibles a la combustión, además de la veladora encendida, ubicad a una distancia de 70 centímetros de la cúpula de plástico (…)». agregó el comisionado.
De acuerdo con el peritaje también se descartó «que en el lugar haya habido cortocircuito o recalentamiento del sistema eléctrico.
La Policía en su también incluyó el testimonio de dos testigos, Xiomara Castro, quien aseguran se dedica a vender veladoras en la Catedral, y Manuel Salvador «que estaba adentro rezando mientras ella contaba el dinero de la venta de veladoras y observó que había fuego en el entorno de la capilla, por lo que pidió al feligrés que saliera inmediatamente».
Pese a que el cardenal Leopoldo Brenes el día del incendio fue enfático al decir que en el lugar no habían veladoras, la Policía del régimen se valió de los testigos para afirmar que «en el interior de la capilla, de acuerdo al relato de doña Xiomara, siempre hay un candelabro alto con una vela encendida frente a la cúpula de la sangre de Cristo».
Noticia relacionada: Policía emite segunda versión sobre ataque terrorista en la Catedral de Managua
«Esa vela es encendida a las 7 de la mañana y se apaga a la una de la tarde, acción que realiza un sacristán de la catedral», afirma la Policía con notoria insistencia.
Versiones anteriores
En un primer comunicado, la Policía contradijo la versión del cardenal Leopoldo Brenes y de la misma Rosario Murillo, al asegurar que en el lugar se había encontrado un atomizador de plástico, que pudo haber provocado el incendio. Lo insólito del caso es que el envase estaba casi intacto entre los escombros de la capilla.
En un segundo informe, tratanto de avalar la versión de Murillo, la Policía detalló de que el incendio fue provocado por veladoras, e insiste que antes del incendio los dos testigos «no observaron a nadie que hubiese lanzado algún objeto, ni escuchó ninguna explosión».