La Organización Panamericana de la Salud (OPS), una de las autoridades sanitarias a nivel mundial, advirtió en su conferencia virtual de este 21 de julio que las pruebas de COVID-19 que algunas naciones están exigiendo para permitir la entrada de extranjeros «pueden crear una sensación de seguridad falsa», ya que al momento el test puede dar negativo, pero eso no garantiza que el viajero esté contagiado.
Sylvain Alighieri, director adjunto del Departamento de Emergencias de la OPS, señaló que al reanudar la entrada de viajeros no esenciales «no está exento del riesgo de importar en la gente el patógeno de la COVID-19 (…) Las pruebas antes del viaje pueden crear una sensación de seguridad falsa. Por ejemplo: un turista quien vive en una zona con mucha transmisión puede infectarse desde el momento desde que se le tomó la muestra y al momento que subió al avión y el resultado negativo a la llegada puede también estar ocultando que esa persona puede estar en la primera etapa de la infección».
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En este caso, el régimen de Nicaragua anunció el 14 de julio que reanudará operaciones en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino. Entre las medidas, mencionó que solicitará la prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) para COVID-19 realizada en un período no máximo de 72 horas a las personas viajeras internacionales «extranjeros» y añadió que «los no nacionales que presenten síntomas de fiebre y problemas respiratorios no pueden ingresar al país», test que la OPS afirma no garantizan que el ciudadano que llegue esté libre del virus.
El protocolo del Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil (INAC) resalta que los extranjeros que traigan su prueba como negativo a COVID-19 y que no presenten ningún síntoma respiratorio podrán desplazarse con libertad en todo el país y que el personal de Salud les dará seguimiento por vía telefónica.

Carissa Etienne, directora de la OPS, quien encabezó la sesión virtual informativa semanal sobre el coronavirus, destacó que «la pandemia no muestra señales de desacelerar en nuestra región. Al 20 de julio se han notificado 7,7 millones de casos y más de 311 mil defunciones en las Américas. La última semana hubo casi 900 mil casos nuevos y cerca de 20 mil muertes, la mayoría, en Brasil, México y Estados Unidos de América».
De la misma manera, pidieron no bajar la guardia ni confiarse en una posible vacuna, ya que «hay cinco vacunas en prueba, en fase tres, pero aún no una cura». Igualmente, remarcaron que los ciudadanos con «diabetes, enfermedad renal e hipertensión, así como el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y la tuberculosis, tornan más susceptibles a las personas de enfermarse de la COVID-19 en formatos más graves al igual que las personas mayores de 65 años», son más propensas a adquirir el virus, declaró Etienne