El Observatorio Ciudadano COVID-19 registró hasta el ocho de julio un total de 94 trabajadores de la Salud que han fallecido con síntomas asociadas al coronavirus en Nicaragua. Entre ellos 40 eran médicos, 22 personal de enfermería, 14 del área administrativa, seis laboratoristas, tres visitadores médicos, dos odontólogos y siete que entran en la categoría de «otros».
La doctora Anely Pérez, secretaria de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN) y miembro de la Coalición Nacional, en una entrevista con el programa Esta Semana explicó que el foco principal del contagio del COVID-19 es variable, debido a que «hay datos de médicos que trabajaban en hospital y unidades públicos, pero también en ejercicio privado y otros semiretirados».
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Más adelante detalló que «en las primeras semanas de junio, que recibíamos noticia casi todos los días que fallecían médicos eso era un golpe súper duro» y remarcó el compromiso humanitario de los galenos con la población «nosotros somos profesionales de la Salud y somos tremendamente humanos en esa parte y nos conmueve siempre cuando un paciente necesita ser atendido».
Pérez además sostuvo que el fallecimiento de los médicos ha sido impactante para el gremio. «Impactante porque llega un momento en que decimos: ¿cómo a un médico le puede pasar eso, de no tener atención? (…) era un momento que se podía decir que el sistema de Salud estaba colapsado y definitivamente no había capacidad para atenderlos».
Finalmente mencionó que «cada número, persona, es decir, cada médico, a mí me duele, porque sé que tienen familias, hijos (…) nuestra parte humana aunque defendían al régimen o sea la parte humana de nosotros no nos puede hacer ver con mal manera a estos tras el sufrimiento».
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Por su parte, Magda Alonso, hija del doctor leonés Adán Alonso que falleció a causa del virus, detalló que «el gremio médico en Nicaragua no estaba preparado para lo que se nos vino, en el mundo los médicos no estábamos preparado para está pandemia y hasta el momento cada día vamos conociendo cosas nuevas de este virus (…) cada día vamos conociendo cosas nuevas, porque donde llega va mutando».
La secretaria de la UMN mencionó que de haberse tomado las medidas estrictas y dotar a los médicos con el equipamiento adecuado para el COVID-19 se pudo haber «evitado las muertes» y señaló que además «faltó una buena capacitación para todo el personal de Salud en el país», acciones que identifican como de esas que el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo nunca atendieron.
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Los fallecimientos en los trabajadores de Salud en solo un mes triplicaron la cifras. A inicios de junio, la Unidad Médica registró al menos a 40 especialistas fallecidos con sintomatología de COVID-19 e incluso la dictadura emprendió una oleada de despidos a galenos de hospitales públicos, quienes demandaban equipos de protección para hacerle frente a la pandemia que según el Observatorio Ciudadano sobrepasa los siete mil contagios y más de dos mil decesos.
Hasta el siete de julio, el gobierno reconoce de manera oficial a través del Ministerio de Salud (Minsa) registró 2,846 casos confirmados, 762 activos, 1,993 recuperados y 91 fallecidos.
No pero la gente bien desconsiderada en los bares y las pendejadas públicas que organiza el régimen