El padre Juan Pastor Lozano Conde, director de los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), se encuentra aislado y en cuarentena en un convento de monjas por presentar los síntomas de COVID-19. El jerarca, a través de su cuenta de Facebook, detalló que días atrás estuvo cuidando a su mamá en el Hospital Militar debido a que fue sometida a una operación.
«Empecé a experimentar algunos síntomas que me obligaron a acudir a una unidad de salud, donde me diagnosticaron como “caso sospechoso de COVID-19“», reveló el sacerdote en su página de Facebook y añadió que «no podía callarlo». El afectado estuvo por una semana cuidando a su mamá en el Hospital Militar, centro en el que se atiende a los pacientes de coronavirus.
Según una fuente cercana al religioso, la última misa que celebró el sacerdote Lozano fue el sábado 16 de mayo. La eucaristía se realizó en las instalaciones de los medios de comunicación de la CEN: Radio Católica y Canal Católico 51. El padre se encuentra en cuarentena en una casa de atención de una vulnerable congregación religiosa que pertenece a la Arquidiócesis de Managua.
El jerarca preside las eucaristías de los medios de comunicación de la CEN y además es vicario de la parroquia Nuestra Señora de La Merced, en el barrio Larreynaga, en Managua. Ante su situación, el religioso notificó que «del 18 al 24 de mayo no estaré presidiendo las eucaristías». Finalmente el sacerdote pidió a los feligreses sus oraciones por su recuperación y manifestó que él tiene a sus fieles en sus plegarias. «Les tengo en las mías», señaló-
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Por su parte, el vicario general de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, aseguró a Artículo 66 que «él (padre Lozano) piensa que por haber estado en el hospital se expuso a algún contagio, él tiene características sospechosos como “temperatura” y otros malestares, pero él personalmente decidió hacer una cuarentena y se ha ido a un convento de religiosas donde estará aislado como ocho días».
Además, remarcó que «él medico que lo atiende fue él que le dijo que eran síntomas sospechosos de COVID-19, por eso, decidió aislarse para evitar contagios. Le comunicó al arzobispo cardenal Leopoldo Brenes, quién ha estado pendiente de la salud del padre». Según monseñor Avilés, en el convento cuenta con asistencia médica y tratamiento con los que se «espera primero Dios que no sea nada grave y que desaparezcan los síntomas».
Dios mediante, esperamos que el sacerdote recupere su salud y bienestar. Gracias por actuar responsablemente.