Daniel Ortega minimizó el impacto de la pandemia mundial del COVID-19 y durante más de hora y media, en una cadena nacional de televisión, se dedicó a ensalzar el sistema de salud de Nicaragua, el que dijo que solo entre el 11 de marzo y el 30 de abril de 2020 atendió a más de 2.4 millones de personas en hospitales y centros de salud.
«Hay que reconocer el esfuerzo, el trabajo, la disciplina, la dedicación de los médicos, de las enfermeras, de los trabajadores de limpieza, de los encargados de las áreas de emergencia, de las ambulancias, etc. En consultas de emergencia fueron más de 400 mil consultas. Por eso no es cuestión de quedarse en casa», señaló Ortega intentando restar importancia al coronavirus.
Lo que el dictador no mencionó es que ese mismo sistema hospitalario del que alardea, a duras penas camina. Un informe sobre el impacto del COVID-19 en el país presentado recientemente por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) mostró los recursos disponibles y las limitaciones humanas y de infraestructura hospitalaria con las que todos los días se enfrentan los pacientes.
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Según el análisis, Nicaragua tiene 32 hospitales y cuarenta hospitales primarios en todo el territorio, en los que trabajan 9.9 médicos por cada 10 mil habitantes, es decir, menos de un galeno para atender a mil personas.
El reporte que se nutre de información del estatal Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE) y del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) también recoge que Nicaragua tiene 7.9 enfermeros y 7.6 auxiliares de enfermería por cada 10 mil habitantes.
Ortega tampoco detalló que en la totalidad de la red hospitalaria del país apenas hay 9.6 camillas para cada 10 mil personas, o sea, que también hay menos de una camilla para que se acuesten 1000 pacientes.
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Funides también recoge que las limitaciones de la red sanitaria del país inician desde la asignación presupuestaria que hace cada año el mismo régimen. En el 2018, por ejemplo, Ortega destinó solo el 17.5% del Presupuesto General de la República para gasto en salud, lo que equivale al 3.4% del Producto Interior Bruto (PIB). El Estado destina 73.3 dólares al año por habitante en gasto sanitario.
El primer caso de COVID-19 en Nicaragua fue detectado el 18 de marzo y en casi un mes y medio el gobierno solo ha reconocido la existencia de 14 casos positivos en la nación, de los cuales, cuatro han fallecido, tres permanecen activos y siete se recuperaron.
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Al inicio, el gobierno destinó el Hospital Alemán Nicaragüense como el centro de referencia nacional para atender los casos de coronavirus. No obstante, y aún cuando no reconocen que haya una mayor cantidad de infectados desde hace algunas semanas, el Ministerio de Salud (Minsa) empezó a permitir la atención en algunos hospitales privados, de donde se ha empezado a filtrar información sobre nuevos contagios, fallecidos y sospechosos, ocurrió recientemente con casos en el Hospital Bautista y el Hospital Monte España, en Managua.
El último hospital que el gobierno construyó en su totalidad, en Managua, fue el Fernando Vélez Paiz, ubicado en la zona occidental de la capital, el cual fue inaugurado en enero de 2018. Actualmente, se encuentra en construcción el Hospital España, en Chinandega.
La propaganda o la estrategia de propaganda del régimen está ganando la batalla; porque en vez de enfocarnos en denunciar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, pedir la libertad de manera abierta y decidida de los presos políticos, más bien se están deteniendo más ciudadanos como presos políticos, nos hemos olvidado de pedir que apliquen las sanciones a los operadores del régimen, ya se da por un hecho que se va a elecciones en 2021 y no se insiste más en adelantarlas, no hemos asimilado el mensaje del régimen “del poder sólo nos sacan a balazos”, se nos olvidó la herencia nefasta del asesino que le celebraron su fallecimiento ayer “Ya le dije a Daniel, que no entregue el poder, paguemos el precio que tengamos que pagar”, y ese precio lo estamos pagando ahora, hubo un genocidio y se sigue perpetrando, y los genocidas asesinos criminales ahí están disfrutando de la más absoluta impunidad, y tienen en sus planes exterminar a la mayor cantidad de opositores por Coronavirus sin que se haga nada. Hay que demandar las sanciones a todos los operadores asesinos criminales del régimen en masa a todos los Magistrados de Corte de las Supremas Injusticias, al Estado Mayor del Ejército asesino y criminal, a la Fiscalía en pleno, a todos los Diputados Corruptos sin excepción, y declarar paria internacional a este régimen y que sea sacado por la fuerza. Por una fuerza de una Coalición Internacional, si es que se quiere evitar un derramamiento de sangre mayor.
Ciertísimo. Excelente reflexión.