La ausencia de Daniel Ortega en Nicaragua, que ya suma 25 días, ha generado en redes sociales el rumor de que el presidente podría estar muerto. Ante esta posibilidad, el eurodiputado José Ramón Bauzá Díaz hizo referencia a estas especulaciones y afirmó que confía en que sea falso, porque Ortega debe pagar por sus crímenes contra los nicaragüenses.
El diputado del Parlamento Europeo manifestó a través de su cuenta de Twitter que la masacre que perpetró el dictador de este país, a través de su órgano represor y grupos parapoliciales, «no puede terminar sin que haya rendido cuentas» haciendo referencia a la matanza dirigida por el Estado desde abril de 2018 contra los ciudadanos que se levantaron en su contra.
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Ortega ha estado ausente frente a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. La última vez que mostró su rostro en público fue durante una videoconferencia con los presidentes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el 12 de marzo de este 2020.
Hay rumores sobre la posible muerte de Daniel Ortega, dictador de Nicaragua. Espero que no sean ciertos, pues tiene muchos crímenes por los que responder ante el pueblo nicaragüense.
Las atrocidades de su mandato no pueden terminar sin que haya rendido cuentas. pic.twitter.com/sH8EXj8zAR— José Ramón Bauzá ?? (@JRBauza) April 6, 2020
La junta directiva del Parlamento nicaragüense, controlada por la aplanadora orteguista, castigó al menos a 10 diputados de la bancada del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con una deducción de 15 días de salario y recorte del viático de combustible por haberse ausentado en varias sesiones, después que los legisladores decidieran no acudir a la Asamblea como medida de prevención, practicando el aislamiento social, para evitar el contagio del COVID-19.
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El diputado Maximino Rodríguez calificó de “mezquina” la acción del régimen a través del Poder Legislativo contra la bancada del PLC y recalcó que la medida también deben aplicarla a Daniel Ortega, quien ya lleva casi un mes sin dar la cara.
El secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Sáenz, informó que Nicaragua continúa reportando solo tres casos activos de COVID-19, pacientes que están «delicados pero estables». El Minsa también informó que dos de los diez pacientes «sospechosos» de coronavirus que mantenían en vigilancia, “superaron el periodo de observación reglamentaria”, por lo que fueron enviados “bajo resguardo domiciliario”. Igualmente, el número de pruebas realizadas continúa siendo un misterio y los representantes del orteguismo se limitan a decir que los análisis dan “negativos”.
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Managua informó que los servicios de visas de rutina están suspendidos hasta el 30 de abril de 2020 debido a la pandemia del coronavirus. La medida incluye la “suspensión de citas para solicitudes de visa de inmigrante y no inmigrante“. Además, agrega que se considerarán de manera individual cada una de las solicitudes de visas de emergencia y llama nuevamente a sus ciudadanos a regresar a Estados Unidos.
La dictadura prohibió al obispo de la Diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, llevar a cabo una iniciativa con la cual pretendía instalar con el apoyo de un grupo de médicos unos seis centros de prevención en ese departamento para atender a la población más vulnerable ante la pandemia del COVID-19. La Alianza Cívica calificó la imposición del régimen como una “actitud arrogante e inhumana”.
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Mientras el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) informó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la decisión del Gobierno de Nicaragua. El organismo internacional “lamentó que el Estado no acompañe este proyecto y señala que urge tomar medidas de cuidado en materia de salud ante la pandemia”.
Hola bueno día si estoy interesado en seguir paso a paso la noticia de Nicaragua
Este es un país a la deriva y quienes tenían la posibilidad de actuar (ejército y militantes partidarios “sapos”) para detener a esta dictadura, son cómplices de la situación mortal a la que ha llegado Nicaragua. No sé qué esperan para hacer algo. El ejército debería de desarmar a la policía y sus para-militares y permitir la conformación de un gobierno provisional. La OEA y ONU también deberían de tomar cartas en el asunto, pues el problema de Nicaragua, es de toda la región centroamericana. Hasta cuando pueblo vamos a despertar!