El adultismo, la transparencia, los pocos espacios y la falta de acciones son algunas de las cosas que cuestionan los universitarios que renunciaron a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, así como de otros movimientos sociales que surgieron a raíz de la crisis de abril de 2018.
Los líderes aseguran que no son comprendidos y que muchas de las personas que dicen representarlos nunca estuvieron en las calles ni han sufrido agresiones o acoso, por lo tanto no comprenden la situación emocional de los jóvenes, quienes se sienten estancados porque no han podido avanzar con sus estudios ni con su vida, por la situación del país.
Yaritza Mairena, miembro de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ) expresó que hay acaparamiento de los espacios de parte de los adultos o empresarios porque no confían en los universitarios.
“Para evitar el acaparamiento de los espacios por parte de los adultos, los jóvenes deberíamos de tener espacios de acuerpamientos. Ya va siendo hora de que nosotros y nosotras nos pongamos de acuerdo para crear un solo bloque e incidir políticamente y fortalecernos en la estabilidad emocional que nos puedan dar las terapias o la superación de los traumas”.
La líder universitaria insistió que la visión de los movimientos es adultista porque no hay compresión y no buscan mecanismos para acercarse a los jóvenes porque temen al relevo generacional.
Envejecimiento prematuro en la Alianza
El exembajador y analista político Bosco Matamoros expresó que los mecanismos y los procedimientos no contribuyen en el acercamiento porque muchos universitarios no manifiestan sus incomodidades. Destacó que el perfil del estudiante solo ha sido una imagen que no tiene representatividad.
“Uno de los grandes defectos que hay en la Alianza es que piensan que son inamovibles, que el discurso es el mismo de siempre y no es así (…) Por una parte, el problema es estructural (…) no hemos visto, en este momento, más que en coyuntura muy específica que a los jóvenes se les llama para enseñar una cara joven y eso no es representación verdaderamente, eso no es capacidad de presentación verdaderamente. Ese malestar nos está afectando a todos. Afecta a la Alianza, a los movimientos y afecta al país”.
Matamoros subrayó la importancia de replantearse de manera integral la estructura y los procesos para tomar decisiones para que cada uno tenga un papel de acuerdo a su capacidad y condiciones. El analista considera que no es recomendable que el sector empresarial actúe de manera hegemónica porque esto provoca estancamiento.
“El sector empresarial, de alguna forma u otra participa ahí, ya no puede tener ningún papel hegemónico, ninguna de estas entidades puede ser hegemónica… hay un estancamiento, hay un envejecimiento prematuro de la Alianza; es decir, se ha burocratizado. Esto es una lucha política no empresarial, por pensar en lo económico tenemos esta gran crisis”.
Frustración e inoperancia
Los líderes universitarios y excarcelados políticos Levis Rugama, Freidych Castillo y Jonathan López, anunciaron recientemente su salida de los movimientos sociales porque no se sienten representados. Además, publicaron que en los grupos hay estancamientos, influencias de poder e entre otros problemas.
Para el universitario y miembro de la Alianza Cívica, Jasson Salazar el retiro de estos líderes se da por la frustración que produce la inoperancia de algunas agrupaciones porque responden a intereses personales.
“Se debe a una situación de frustración y de inoperancia en algunas ocasiones de las organizaciones que conformamos. A esto sumado, que evidentemente, existen intereses individuales de miembros que pertenecen a las organizaciones sociales y políticas; que por estos intereses a veces se ven en conflicto.”
Salazar recomendó hacer que la voz de su gremio se escuche porque es necesario que los liderazgos que iniciaron en abril de 2018 participen de manera efectiva y sean tomados en cuenta en las organizaciones sociales o políticas.
“Evidentemente ha habido un desplazamiento a los jóvenes en estas organizaciones políticas, la prueba está, que en innumerables ocasiones se miran solo los mismos rostros y cada vez menos espacios para los demás jóvenes que pertenecen a los movimientos. Esto debería ser un llamado de atención, para que exista la apertura, la competencia y la inclusión efectiva, para que podamos lograr el cambio y relevo de generación”.